Agremia y FREMAP han presentado este miércoles los resultados del II Observatorio de Salud Laboral de las instalaciones energéticas, que ofrece una radiografía sobre las principales causas de siniestralidad laboral entre los profesionales del sector eléctrico y de la fontanería.
Los sobreesfuerzos físicos en el sistema músculo-esquelético han sido la principal causa de siniestralidad laboral entre los instaladores eléctricos y de fontanería durante el año 2023, seguidos de los golpes contra un objeto inmóvil, los choques contra un objeto en movimiento, y el contacto con un material punzante o eléctrico.
Estas son algunas de las principales conclusiones del II Observatorio de Salud Laboral del sector de las instalaciones energéticas, un estudio elaborado por Agremia en colaboración con FREMAP, que ha sido presentado este miércoles en un encuentro con prensa sectorial celebrado en la Confederación Empresarial de Madrid.
Los principales motivos de siniestralidad entre instaladores
Olga Merino, coordinadora regional de Prevención FREMAP Madrid, se ha encargado de presentar los resultados de este observatorio, que por primera vez ha incluido a los trabajadores autónomos.
Según el estudio, un 34,8 % de los accidentes laborales entre los instaladores se deben a sobreesfuerzos físicos sobre el sistema músculo-esquelético (la mayoría de estos sobreesfuerzos provocan problemas en la espalda).
Los golpes contra un objeto inmóvil representan un 25,7 % de los accidentes y son la segunda causa más frecuente de siniestralidad en el sector instalador. Los principales motivos que hay detrás suelen ser caídas y golpes con escaleras móviles, tropiezos y resbalones en escaleras fijas, o golpes y caídas en andamios.
Este tipo de accidentes “son los más preocupantes porque son los que generan mayor gravedad”, tal y como aseguró la propia Olga Merino.
Por su parte, los choques o golpes contra objetos en movimiento son la tercera causa de siniestralidad, con un 19,1 %. Los accidentes más habituales están provocados por la proyección de fragmentos o partículas (la mayoría afectan a los ojos) o por choques o golpes contra objetos en movimiento.
Con un 12,1 %, los contactos con un material cortante o punzante son la cuarta causa más común de accidente entre los instaladores, debido al manejo de perfiles, tubos, chapas o cristales, y la utilización de herramientas mecánicas o manuales.
Por último, los contactos eléctricos representan un 4,7 % de los siniestros entre los profesionales. Algunos de los sucesos más habituales son las lesiones en los ojos por salpicaduras, partículas o polvo, las quemaduras por contacto con gases y con superficies calientes, o los contactos eléctricos.
Nueva guía preventiva sobre fotovoltaica
Miguel Ángel Sagredo, responsable del Departamento Jurídico de Agremia, explicó los detalles del Plan de Acción y de Concienciación que la asociación pondrá en marcha durante este año, tras los “resultados positivos” de la campaña de comunicación ‘4 meses, 4 acciones’ y de los módulos de Prevención de Riesgos Laborales impartidos en los cursos para desempleados.
Una de las actuaciones más destacadas será la publicación de dos nuevas guías preventivas sobre solar fotovoltaica y aeotermia “que son pioneras en el sector y estarán dirigidas a los responsables de las empresas y a los trabajadores”.
Estas guías, elaboradas por FREMAP en colaboración con Agremia y con Grupo Vaillant, recogerán operaciones de instalación, reparación y mantenimiento, y tendrán una orientación eminentemente práctica, incluyendo información previa a la ejecución de los trabajos, planificación y organización de las tareas, desarrollo de los mismos y check list.
