Con motivo de su asamblea general del pasado miércoles en Madrid, UNEF emplazó a los principales grupos parlamentarios a debatir sobre energía solar. En un evento sin preguntas y con una atmósfera de camaradería, PSOE, PP, Vox y Sumar se centraron en asuntos como las plantas fotovoltaicas sobre suelo, el almacenamiento de energía o las comunidades energéticas.
Tras su asamblea general, el pasado miércoles, UNEF dio comienzo a las 18.30 horas a un debate político entre representantes de los principales grupos políticos sobre energía solar. El encuentro se celebró en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, y estuvo moderado por el subdirector de Cinco Días, Daniel Toledo.
Marc Pons, secretario de transición ecológica de la CEF del PSOE, Guillermo Mariscal, secretario del grupo popular en el Congreso, Fernando Ferrando, Coordinador de Energía de Sumar y Ana Cuartero, diputada en la Asamblea de Madrid de Vox presentaron las medidas de sus grupos en un evento sin preguntas donde reinó un ambiente cordial.
Todos ellos pusieron en valor el papel industrializador de la energía fotovoltaica en nuestro país, y se posicionaron a favor de una simplificación de los trámites administrativos para la energía solar. Más que debatir, expusieron sus ideas acerca de plantas fotovoltaicas sobre suelo, comunidades energéticas o almacenamiento energético.
Objetivos y propuestas en el encuentro de UNEF
Ferrando (Sumar) apuntó al “incremento mix energético en la cobertura de la demanda”, y destacó “aumentar el factor de capacidad”. Por otro lado, propuso una reforma legislativa “en profundidad”, además de “electrificar la demanda“, y apostar por las renovables para “ir erradicando el resto de energías”.
Pons (PSOE) puso en valor el trabajo realizado en “los últimos cinco años” y el “salto importante” que se ha dado en este periodo, aunque alertó ante posibles “cuellos de botella”, o retos como la mano de obra o problemas en la cadena de suministro de materiales.
Mariscal (PP) defendió el papel del sector privado para el crecimiento del sector, además de pedir el fortalecimiento del proceso de subastas energéticas. “El principal problema en el desarrollo de las renovables son los permisos”, aseveró, para después proponer una ventanilla única y “mecanismos para facilitar la financiación y la capacidad industrial”.
Ana Cuartero (Vox), por su parte, recordó el “impuesto al sol“, como lastre al sector. Ante todo, destacó tener “precios competitivos” en la energía y “no perder ni un solo kilovatio” en la generación.
Desarrollo de las plantas fotovoltaicas sobre suelo
Ana Cuartero incidió en los problemas de acceso a la red de distribución como uno de los principales retos en este tema. Animó a invertir en redes de distribución y transporte y a reducir los trámites administrativos. Liberalizar el suelo, respetar espacios protegidos y trabajar con los municipios fueron algunos de los elementos que quiso destacar.
Frente a regular “en exceso”, Mariscal defendió la mayor importancia de “garantizar la seguridad jurídica” y una mayor “concordancia política” entre las diferentes administraciones.
Estas plantas pueden hacer “madurar otras tecnologías”, como el hidrógeno verde, declaró Pons. También destacó tener una “visión abierta” en el mercado europeo, para la posibilidad de “convertirnos en exportadores“. Exigió un marco normativo específico, sumado a unas ayudas “bien orientadas”.
Ferrando defendió el papel de estas plantas para descarbonizar la economía y para que las renovables “generen valor“, así como que las zonas que soporten este tipo de plantas “tengan un retorno económico considerable”.
Medidas sobre el autoconsumo y comunidades energéticas
Ante un “caos que desincentiva las inversiones”, según palabras de Mariscal, este pidió mecanismos de regulación en este sentido.
Cuartero puso en valor que las cooperativas puedan contratar los servicios de una empresa de servicios energéticos. Asimismo, recalcó el papel “dinamizador y fundamental” que pueden tener este tipo de generación energética en los polígonos industriales.
Pons alertó sobre los “diferentes ritmos” en el autoconsumo. Asimismo, demandó “liderazgo al poder autonómico”, y “asumir los objetivos que nos vamos marcando”. También llamó a la “reflexión sobre la divulgación” en este sentido.
Ferrando argumentó avanzar en una doble línea: creación de la figura del “consumidor asociado“, que pueda acordar el suministro “con cualquier planta” y apostar por las comunidades energéticas. Todo ello para “maximizar la autonomía de la ciudadanía”.
Almacenamiento de energía
Sobre esta cuestión, Marc Pons, apuntó por un marco regulatorio específico y un marco retributivo estable a largo plazo sobre este asunto. “Flexibilizar el acceso y para facilitar la conexión” son claves, en su opinión.
Ferrando destacó ampliar el papel y la gestión de la demanda dentro de la capacidad de almacenamiento. Para “fomentar la transición energética”, defendió “estabilidad” en las normativas en este área.
Mariscal abogó por aumentar la capacidad, establecer mecanismos y garantizar las inversiones, además de defender el papel del Estado para su financiación.
Ana Cuartero definió al almacenamiento como la “gran revolución del sistema eléctrico”. En su opinión, “los políticos debemos entorpecer un poquito menos los políticos el gran potencial del almacenamiento, tanto hidráulico, como el hidrógeno, como las baterías”.
