Una “anomalía eléctrica causada por una regleta” fue el origen del incendio que causó la muerte a seis personas ayer en una residencia de mayores de la localidad de Moncada (Valencia). Así lo recoge el informe preliminar de la Guardia Civil al que ha tenido acceso este medio tras la inspección técnico-ocular que realizó la Policía Judicial.
El mencionado informe no determina si las llamas se produjeron por una sobrecarga en la regleta o por causas fortuitas. El suceso ha devuelto al primer plano de la actualidad informativa la importancia de los sistemas de seguridad eléctrica ligados a este tipo de dispositivos que todos tenemos en nuestras viviendas.
Por ello, hemos contactado con Carlos Sánchez, secretario técnico de ASELEC (Asociación de Empresarios Instaladores Eléctricos, Telecomunicaciones y Energías Renovables de Valencia), para analizar desde un punto de vista técnico cómo minimizar los riesgos eléctricos derivados de elementos como regletas o bases múltiples.
Hay que mirar más allá de la regleta
“El mejor consejo que se puede dar es evitar que haya muchos elementos conectados a esas bases, porque, al final, se sobrecalientan y esto puede originar problemas”, afirma Carlos Sánchez. “Pero, para mí, el problema no creo que haya sido la regleta, sino que el automático que tenía que proteger esta línea no ha respondido“, subraya el secretario técnico de ASELEC.
“Creo que hay que trascender de la base múltiple -insiste- y hablar de un tema que aquí, en la Comunidad Valenciana, está bastante abandonado: la inspección de locales de pública concurrencia, que en otras comunidades sí se lleva a rajatabla”, nos explica.
“En nuestra comunidad, las inspecciones y revisiones en este tipo de establecimientos por parte de los servicios territoriales son muy escasas. Actualmente se está revisando la normativa, porque la obligación de las revisiones está obsoleta, la norma es del año 93, y todavía no se ha adaptado al reglamento de 2002″, remarca Carlos Sánchez.
“Si no se realizan inspecciones para comprobar que existe contrato de mantenimiento y revisión, y tampoco hay sanciones, esto no se toma en serio. Como no existe esta presión, en muchos locales, las inspecciones no se realizan debidamente o en el tiempo en el que se deben llevar a cabo”, añade el responsable de ASELEC.
Por otro lado, y para terminar, Carlos Sánchez pone el foco en la conformidad del producto. “En muchas ocasiones, estos elementos no cumplen con la reglamentación. En general, la corriente máxima que soporta el cable va en función del aislamiento y la sección. Cuando hay elementos que consumen mucha energía, puede que el cableado no los soporte”.
“Por eso -agrega-, hay que abogar por que el cableado de la regleta cumpla con el REBT para la corriente máxima de la línea de tomas de corriente; en muchos casos no es así, porque el aislamiento no es el adecuado. Además, es conveniente apostar por regletas que tienen un automático interno y protección contra sobretensiones“, concluye el secretario técnico de ASELEC.