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Efectivos sanitarios y de la Policía Nacional en el lugar del suceso. Fuente: 112.
Efectivos sanitarios y de la Policía Nacional en el lugar del suceso. Fuente: 112.

APIEM recuerda la importancia de los diferenciales tras la muerte de un hombre electrocutado

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles en Madrid, cuando un varón de 38 años falleció, según las primeras hipótesis, por una descarga eléctrica cuando manipulaba su móvil conectado a la red en la bañera. Tras este suceso, APIEM destaca que los interruptores diferenciales son “un seguro de vida”.

Un hombre de 38 años falleció el pasado miércoles en su vivienda del barrio de La Latina de Madrid tras recibir una descarga eléctrica, según apuntan los primeros indicios. Fuentes del 112 de las que se hace eco el diario El Mundo señalan que el varón fue encontrado dentro de la bañera con una quemadura en el pecho y encima el teléfono móvil conectado a la red eléctrica.

Ante este trágico suceso, APIEM, la asociación de instaladores de Madrid, ha emitido un comunicado en el que recuerda la importancia de “contar siempre con diferenciales en todas las instalaciones eléctricas, ya que son un seguro de vida”, subrayan desde la entidad.

“El diferencial es un elemento -recalcan fuentes de APIEM- que controla la intensidad de la corriente eléctrica. Toda la intensidad que sale por un cable vuelve por el otro; si en un momento determinado, dentro de la vivienda o de la instalación, hay una fuga de un solo cable, ese diferencial, al notar que lo que sale no es igual a lo que entra, se dispara y la corriente eléctrica se corta. Si sale un amperio, lo normal es que vuelva un amperio; si sale un amperio y vuelve 0.90, esa diferencia de 0.10 la detecta el diferencial y corta la corriente”, explica la asociación de instaladores.

Además, desde APIEM ponen el foco en instalaciones antiguas que se realizaron sin interruptor diferencial y en “actuaciones inconscientes de personas que conectaban uno de los cables con el fin de poner potenciales ajenos al suministro legal, así como permutaciones de la fase por el neutro cuando hay fugas de corriente en circuitos monofásicos. En definitiva, prácticas temerarias de personas no profesionales y legalmente habilitadas que se dedican a la realización de chapuzas y averías”, aclara la organización.

En este sentido, APIEM vuelve a insistir en la importancia de contratar siempre a instaladores autorizados, “garantía de servicios de calidad y seguridad para los usuarios finales”. En la misma línea, la asociación anima a los instaladores a acreditarse para contar con un carné certificado que proporciona al instalador transparencia en la gestión de sus servicios de cara al cliente final.

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