En declaraciones para el Área de Material Eléctrico de C de Comunicación, asociaciones como APIEM y FENIE recuerdan la importancia de una política activa de prevención de riesgos laborales y la responsabilidad directa de las empresas en esta materia.
El 17 de mayo de 2022 un electricista estaba colocando la instalación eléctrica en un domicilio de la calle Blanquerna, en Palma de Mallorca, cuando cayó desde la escalera plegable en la que se encontraba a un metro y medio de altura aproximadamente. La mala fortuna le llevó a golpearse la cabeza, perdiendo la vida. Ahora el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares (TSJIB) ha confirmado la condena a la empresa para la que trabajaba el operario, que deberá indemnizar con 250.000 euros a la viuda y los tres hijos del mismo.
El tribunal ha estimado que la empresa no había realizado una adecuada evaluación de riesgos sobre esa tarea, lo que supuso una planificación preventiva deficiente. Además de la indemnización que impone el fallo, también subraya que el uso de una escalera no fue una elección segura para el tipo de tarea que se estaba ejecutando. La compañía alegó que el trabajador tenía acceso a un andamio, pero el tribunal indicó que la elección del equipo adecuado es responsabilidad del empresario, no del empleado.
Así lo ha adelantado el diario Última Hora y ha podido confirmar este medio con fuentes cercanas a la investigación. Tras el accidente, la Inspección de Trabajo impuso una sanción administrativa de 2.500 euros a la empresa, y se abrió además una investigación penal para esclarecer posibles responsabilidades.
La Inspección de Trabajo y un informe del Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (Ibasal) ya habían señalado la falta de evaluación de riesgos como causa principal del accidente. Asimismo, la sentencia considera que incluso en caso de un posible desvanecimiento, el uso de un medio más seguro (como un andamio con sistemas de protección adecuados) podría haber evitado la caída mortal.
La formación, un pilar fundamental
Este accidente pone de relieve cómo una tarea aparentemente rutinaria puede convertirse en fatal si no se aplican las medidas preventivas adecuadas. Desde el sector explican que elementos como la formación, la elección del equipo de trabajo y una evaluación rigurosa de los riesgos son esenciales para garantizar la seguridad de los profesionales.
El Área de Material Eléctrico de C de Comunicación ha contactado con la Asociación Profesional de Instaladores Eléctricos y de Telecomunicaciones de Madrid (APIEM) y la Federación Nacional de Empresas de Instalaciones Eléctricas, Telecomunicaciones y Climatización de España (FENIE) para abordar este suceso desde la perspectiva de la prevención de riesgos laborales, clave en el trabajo diario de las empresas instaladoras. Ambas coinciden en la importancia de una política activa de prevención de riesgos laborales y la responsabilidad directa de las empresas en esta materia.
APIEM apuesta por “profundizar en la cultura preventiva”
Desde APIEM afirman que están “realizando una extensa labor de concienciación con las compañías asociadas sobre la importancia de la prevención de los riesgos laborales en la gestión de sus empresas”. Además, subrayan que “para concienciar solo hay un camino posible: poner en valor la crucial relevancia de la formación”.
La asociación destaca que “las empresas tienen que tener claro que sus trabajadores han de recibir una proactiva formación en prevención de riesgos laborales en centros de formación habilitados por la autoridad competente”. Asimismo, añaden que es necesario “hacer pedagogía sobre la responsabilidad de las empresas no solo administrativa o civil, sino incluso penal, ante un accidente laboral” e insisten en la importancia de “profundizar en la cultura preventiva” como eje fundamental para que los profesionales desarrollen su labor de la forma más segura posible.
Entre sus acciones, mencionan que cuentan con “un extenso portfolio de formación dedicado a la prevención de riesgos laborales y a los trabajos en altura”. Además, han desarrollado junto con el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (organismo dependiente de la Comunidad de Madrid), “una completa guía interactiva de prevención de riesgos laborales durante todas las fases de ejecución de un proyecto de instalación fotovoltaico; desde el diseño del mismo, ejecución y mantenimiento”. El documento está disponible para su consulta y descarga a través de la web oficial de APIEM.
Este vademécum, explican, “aborda un completo análisis del marco legal, medidas de seguridad obligatorias, figuras clave, sanciones, responsabilidades de la empresa, así como los cursos obligatorios que un trabajador debe realizar, además de un análisis pormenorizado de jurisprudencia y sentencias publicadas sobre accidentes de trabajo y responsabilidades derivadas, siendo referencia y guía para los actores que operan en nuestras instalaciones, a las que debemos dotar de medidas de seguridad efectivas“.
FENIE, homologada para la impartición de cursos de prevención de riesgos laborales
Por su parte, desde FENIE señalan que están homologados “para la impartición de cursos de prevención de riesgos laborales“. Esto permite a las asociaciones del sector “desarrollar acciones formativas en prevención de riesgos laborales de forma continua y adaptada a las necesidades de las empresas instaladoras asociadas”. “Desde la federación queremos destacar la labor de las asociaciones por el valor que tiene para que los asociados puedan participar de su mano en este tipo de iniciativas”, agregan.
Del mismo modo, la federación destaca su colaboración con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), a través de la cual divulgan guías preventivas que afectan al colectivo, y trasladan “la experiencia del sector en cuanto a metodologías de trabajo” para que puedan ser tenidas en cuenta en la elaboración de materiales técnicos.
En la actualidad, forman parte de un trupo de trabajo con el INSST enfocado en las instalaciones fotovoltaicas sobre cubierta, donde, según detallan, “se están llevando a cabo de manera conjunta visitas de campo con el fin de que los técnicos puedan observar de primera mano las condiciones reales de trabajo”.