Una antigua caldera de gas de 70 metros se ha reconvertido en un espacio multiusos de carácter urbano, con 6.000 metros cuadrados y tres pisos, más una galería, techo panorámico y zona de eventos.
Era una antigua caldera de gas y ahora se ha convertido en el nuevo monumento de la ciudad alemana de Wuppertal, y la iluminación ha corrido a cargo de Trilux. “Nuestra tarea -explica Pierre Ebert, gerente de cuentas clave en Oktalite, del grupo Trilux- era desarrollar una solución general dinámica y emocionante para la propiedad”. Y todo indica que lo han conseguido.
La caldera de gas de 70 metros alberga ahora un espacio multiusos de carácter urbano, con 6.000 metros cuadrados y tres pisos, más una galería, techo panorámico y zona de eventos. “La iluminación que ha aportado Trilux -informa la empresa- juega un papel importante en la transformación de este monumento industrial”.
Dos arquitectos, Marcello Groß y Daniel Mai, diseñaron y crearon el espacio, ubicado en Heckinghausen (no lejos del famoso ferrocarril suspendido, principal atractivo turístico de la ciudad); y Trilux se unió al proyecto, que se desarrolló bajo la premisa de “enfatizar la conexión entre lo antiguo y lo nuevo y crear un toque urbano“. Así se concibió la iluminación interior y exterior.
¿Cómo se reconvirtió la caldera de Wuppertal?
El período de construcción de 15 meses “supuso un esfuerzo -según explican desde Trilux-, debido a que sólo se podía cortar una abertura relativamente pequeña en el armazón de la construcción, que luego se reforzó”. Lo más llamativo, y complicado, fue que todos los materiales y equipos tuvieron que ser transportados a través del ojo de la aguja, incluida la grúa en partes individuales.
Con respecto a la iluminación, se emplearon focos direccionales “para enfatizar los dos pisos” de la antigua caldera, pantallas de pared de gran formato, rieles eléctricos arqueados e iluminación segmentada, entre otros elementos. La incorporación de Luceo Slim de Trilux, que se puede controlar dinámicamente en el color de la luz, “le da a dan a las habitaciones un carácter futurista“, señalan desde la empresa.
En el techo gigante de acero, que cubre todo el área y está a una altura de 40 metros, se instaló una pantalla de 360 grados, considerada la más grande de Europa, “en la que los espectáculos cambiantes de luz y sonido cautivan a los visitantes”, asegura Marcello Groß, uno de los arquitectos del proyecto.
Las vallas publicitarias en la fachada del gasómetro se visibilizaron gracias al proyector Faciella de Trilux, y Ontria, como luminaria de mástil, “muestra a los huéspedes el camino hacia una atracción de aventura”. La iluminación del aparcamiento también fue parte del concepto completo de Oktalite y Trilux.