En el pasado ejercicio se instalaron casi uno de cada tres puntos de carga pública operativos, según AEDIVE. 2023 también ha sido un año récord por las matriculaciones de vehículos eléctricos, que han superado las 75.000 unidades. La asociación ha presentado una hoja de ruta de la movilidad eléctrica con 18 medidas a aplicar durante la actual legislatura. Cambios en la fiscalidad y mayor agilidad en la tramitación de las infraestructuras son algunas de sus propuestas.
La movilidad eléctrica en España está tomando una mayor velocidad. Según los datos de AEDIVE, los puntos de carga eléctrica aumentaron más que nunca en 2023. En doce meses se han instalado casi uno de cada tres puntos de carga pública operativos, con lo que suman ya más de 30.000 por todo el país. “Hoy en día contamos con una infraestructura de carga que da respuesta al parque actual de vehículos eléctricos”, detalló Arturo Pérez de Lucia, director general de la asociación, durante la presentación de su hoja de ruta de la movilidad eléctrica, llevada a cabo el pasado 25 de enero en Madrid.
Además, 2023 fue el año en el que más vehículos eléctricos se matricularon en España, con más de 75.000 unidades vendidas, el doble si sumamos los híbridos enchufables (con ello, España es la segunda potencia de la Unión Europea en la que más crece el número de personas que apuesta por el vehículo eléctrico).
Estas excelentes cifras fueron desveladas por AEDIVE, en un acto con prensa, para explicar esta hoja de ruta. El documento contiene 18 medidas a desarrollar durante la actual legislatura para potenciar el desarrollo de la industria de la movilidad en España y poder alcanzar los objetivos del PNIEC (5,5 millones de vehículos electrificados para 2030).
Una industria nacional que prevé facturar más de 300.000 millones en 2030
El director general de la Asociación para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica, destacó en el acto de presentación el valor de la industria tecnológica y de servicios que tiene nuestro país, “que está creando un ecosistema único”. Uno de los objetivos de esta hoja de ruta es “trasladar a la sociedad cuál es la realidad del sector, ya que España es líder internacional en electrónica de potencia y equipos de recarga”.
Tal es así que el sector espera facturar más de 300.000 millones de euros para 2030, más de 40.000 millones cada año. Desde AEDIVE señalan que España ya cuenta con cerca de un centenar de centros de fabricación, además de varios proyectos anunciados. En algunas áreas, como la producción de puntos de recarga, “somos la principal potencia exportadora de la Unión Europea”.
El objetivo planteado por la asociación es que España pueda convertirse en el hub europeo de la movilidad eléctrica, “si se despliegan los incentivos adecuados”. El conjunto de empresas nacionales de la cadena de valor podrían crear más de 250.000 empleos directos e indirectos en los próximos años.
En ese sentido, Arturo Pérez de Lucia recalcó que “no hay que centrarse siempre en las matriculaciones, en España hay que poner en valor que tenemos una potencia industrial que no tienen otros países. Fabricamos todo tipo de vehículos, toda clase de infraestructuras de recarga o componentes y soluciones tecnológicas de almacenamiento energético”.
“No hay que centrarse siempre en las matriculaciones. En España hay que poner en valor que tenemos una potencia industrial que no tienen otros países”.
Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE
Otro punto de gran relevancia es “la necesidad de actualizar y renovar la red eléctrica de transporte y distribución para dar solución al nuevo escenario que vendrá”, señaló Pérez de Lucia. Para ello, será fundamental hacer inversiones para modernizar subestaciones, centros de transformación y otros equipamientos.
España todavía necesita el incentivo de las ayudas
“España es un país que todavía necesita implementar ayudas para impulsar la movilidad eléctrica, necesitamos planes de incentivos para incentivar el mercado, pero es necesario un nuevo plan MOVES”, expuso el director general de AEDIVE. Este nuevo programa debería incluir a corto plazo un adelanto de las ayudas a los compradores de vehículos –“que las ayudas no computen como rendimiento de trabajo”–. Y también medidas para agilizar la tramitación de la infraestructura de carga, especialmente la de carga rápida y ultrarrápida.
A medio plazo, la asociación propone acompañar las ayudas con un plan de choque fiscal con mejoras en el IVA, el Impuesto de Sociedades y el Impuesto de matriculación para lograr que el coche eléctrico sea asequible para todos los bolsillos. También propone desplegar medidas para impulsar los nuevos modelos de movilidad compartida a nivel local, después de que el año pasado superasen los seis millones de usos en diferentes aplicaciones.
Nueva ley de Movilidad Sostenible, con la electrificación en el centro
En tercer lugar, en el largo plazo, se plantea la oportunidad de una nueva Ley de Movilidad Sostenible, con la electrificación en el centro. Una norma que Óscar Puente, ministro de Transportes, anunció recientemente que podría reiniciar su tramitación en este mes de febrero.
La electrificación en la movilidad supone un eje esencial de eficiencia energética para el país, interactuando con el sistema eléctrico para impulsar energías renovables, generación distribuida y almacenamiento energético. Además, el transporte por carretera en España representa un consumo de más de 300 TWh. Esta cifra se podría reducir a la mitad si se electrificara el parque rodado, utilizando energías renovables y autóctonas.
En última instancia, la colaboración público-privada, una comunicación más eficaz para trasladar los mensajes a la sociedad y trabajar en el ámbito regulatorio para derribar y agilizar barreras administrativas serían los tres grandes vectores de esta hoja de ruta de AEDIVE, explicó Arturo Pérez de Lucia.
