A finales de 2022 había 20.243 puntos de recarga de acceso público, lo que supone una media de un punto de recarga cada 100 kilómetros. Y de esa cifra, el 24 % están fuera de servicio.
Desde que Europa puso fecha de caducidad a los coches de gasolina y diésel, el crecimiento de los vehículos eléctricos no ha cesado. En 2022, se matricularon en España 72.242 vehículos eléctricos, un 87,5 % más que el año anterior. Con el año 2035 en la mente de cualquier fabricante y usuario, España tiene deberes: para entonces, deberá tener instalados entre 220.000 y 250.000 puntos de recarga. Powen advierte de que habría que multiplicar por diez el ritmo actual de instalación de estos cargadores.
Así, la compañía propone su solución para carga de vehículos y almacenamiento de energía, así como ahorro y respeto por el medio ambiente: Powen Charge. Es esa escasa red de infraestructuras la que marca el ritmo de instalación. “Para que los vehículos eléctricos se conviertan en una alternativa, es necesario contar con una extensa red de electrolineras”, indican desde Powen.
España tiene que ponerse las pilas
Aunque se ve un aumento constante de los puntos de recarga disponibles, la situación actual de esta red es insuficiente. Según el mapa de infraestructuras de recarga de acceso público en España, elaborado por ANFAC y Faconauto, a finales de 2022 había 20.243 puntos de recarga de acceso público, lo que supone una media de un punto de recarga cada 100 kilómetros. Y de esa cifra, el 24 % están fuera de servicio.
Además, esa imagen de un punto de carga cada 100 kilómetros no es del todo así. Esta es la estadística, pero la realidad es que existen una diferencia abismal entre las grandes ciudades y la España Vaciada. Madrid aglutina el 10 % de todos los conectores, mientras Guadalajara apenas cuenta con 82 puntos.
En lo que respecta a la potencia de las electrolineras, existen diferentes puntos de recarga:
- Lenta: por debajo de 10 kW.
- Semirrápida o acelerada: de 10 kW a 22 kW.
- Rápida: de 22 kW a 50 kW.
- Ultrarrápida: hasta 60 kW.
Según los datos del Ministerio para la Transición Económica y Reto Demogrático, de los puntos de carga instalados en la actualidad, exclusivamente el 21 % tienen una potencia superior a 22 kW.
