La directiva europea RoHS también afecta a las lámparas fluorescentes compactas enchufables, a las lámparas HPD y a las de uso especial como las UV-C. Ledvance analiza las claves de esta normativa que busca restringir el empleo de ciertas sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos.
Los avances tecnológicos han desarrollado la economía mundial y han mejorado las condiciones socioeconómicas de la población. Sin embargo, de forma paralela, y también en el ámbito de la fabricación de aparatos eléctricos y electrónicos, se han empleado sustancias y materiales peligrosos para las personas y el medio ambiente; y Europa ha tomado cartas en el asunto.
Directiva RoHS: objetivos
En este contexto, el 1 de julio de 2006, la Unión Europea aprobó la directiva RoHS, acrónimo de Restriction of Hazardous Substances, que establece las bases que debe cumplir cualquier producto que se lance al mercado. Es más, la UE no solo prohibía la fabricación, sino también la importación de productos que pusieran en riesgo la vida de los europeos y la sostenibilidad.
En concreto, la directiva limita el uso de diez sustancias peligrosas (entre ellas el plomo, el mercurio, el cadmio o el cromo hexavalente) halladas con frecuencia en los productos eléctricos y electrónicos, explican fuentes de Ledvance.
En esta línea, la norma busca reducir los riesgos para la salud asociados a la exposición del ser humano a estas sustancias. Problemas que van desde la irritación leve de los ojos y la piel hasta enfermedades más graves, como pueden ser malformaciones congénitas y cáncer.
Implicaciones de la norma para el sector
La directiva, desde su entrada en vigor, ha sufrido varias revisiones. De hecho, a principios de año, la Comisión Europea revisó las limitaciones establecidas en el anexo III, relativas a las lámparas fluorescente T5 y T8, las lámparas fluorescentes compactas enchufables, las lámparas HPD y las lámparas especiales, por ejemplo, las UV-C.
Así, tras la citada modificación, Europa prohíbe la fabricación de todos los tubos fluorescentes T5 y T8 a partir del 24 de agosto de 2023, así como la producción de lámparas fluorescentes compactas enchufables a partir del 24 de febrero del próximo año. La norma incluye, también, una ampliación de la exención para lámparas HPD y de uso especial de 3 a 5 años.
Cabe mencionar, tal y como aclaran desde Ledvance, que la norma prohíbe la fabricación y comercialización de estos productos en suelo europeo a partir de las fechas citadas, pero autoriza a vender y utilizar el stock almacenado.
Las alternativas de Ledvance
Para minimizar la repercusión que pudiera tener la modificación de esta normativa, Ledvance ofrece un amplio portfolio de productos como alternativa a los tubos fluorescentes T5 y T8, así como para el resto de productos a los que la UE ha puesto fecha de caducidad.
En este sentido, el fabricante ha puesto a disposición de todos sus clientes un listado a través de su página web en el que los clientes pueden identificar el producto afectado por las restricciones europeas y encontrar uno alternativo compatible de la oferta de Ledvance.
Por último, y en aras de mejorar la sostenibilidad, la compañía ha desarrollado un embalaje para sus luminarias profesionales basado en un material ecológico y 100 % reciclable. Además, el proveedor ha acompañado esta medida con el lanzamiento de lámparas led marca Osram en envases 100 % reciclables y libres de plásticos.
Esta información forma parte de un artículo más amplio publicado en el último número de la revista Cuadernos de Material Eléctrico. Puede consultarlo completo aquí.
