Miguélez está de celebración. La compañía leonesa conmemora estos días el 20 aniversario de la certificación AENOR que obtuvo gracias al desarrollo de una gama de cables eléctricos con un comportamiento especial (y mejorado) ante el fuego, según la norma UNE 21123-4:2017 de la actualidad. Este reconocimiento fue pionero en Europa y abrió un nuevo horizonte en el sector, especialmente en lo relacionado con la mejora de la seguridad de las instalaciones eléctricas.
En aquel momento no existían en Europa reglamentos nacionales para instalaciones eléctricas que recogieran la importancia de la instalación de este tipo de cables. Además, una de las exigencias del momento de los cuerpos salvamento era el desarrollo de planes de prevención efectivos que complementasen sus actuaciones. En definitiva, la implementación de sistemas de seguridad pasiva que redujeran los factores de riesgo y proporcionasen más tiempo a los equipos de extinción.
Fue entonces cuando Miguélez, junto con otros fabricantes y representantes de FACEL (Asociación Española de Fabricantes de Cables y Conductores Eléctricos y de Fibra Óptica), presentaron a la Comisión Asesora en Materia de Seguridad Eléctrica de las comunidades autónomas el proyecto para desarrollar cables mejorados, libres de halógenos y no propagadores de incendios.
Tras las exigentes pruebas llevadas a cabo en el Centro de Ensayos, Innovación y Servicios y los posteriores informes favorables, los nuevos cables mejorados obtuvieron el visto bueno del Ministerio de Ciencia y Tecnología, institución que incorporó al Reglamento Electrotécnico de Baja tensión esta novedad. A partir de entonces, se convirtió en obligatoria la instalación de cables con prestaciones mejoradas en caso de incendio para aquellos edificios y locales con especiales riesgos al respecto, por ejemplo, locales de pública concurrencia.
Una vez superados los diferentes requisitos y auditorías, Miguélez obtuvo la primera concesión del mercado eléctrico para el derecho de uso de la certificación AENOR en los cables RZ1-K (AS) 0,6/1 kV y ES07Z1-K (AS) (ahora H07Z1-K Type 2 (AS)). Se trata de cables no propagadores del incendio y libres de halógenos, con baja emisión de humos y gases de baja opacidad, toxicidad, corrosividad y conductividad.
“La situación en aquel momento trajo consigo una gran revolución. La entrada en vigor del tan esperado Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión supuso un esfuerzo importante por parte de todos los fabricantes y se produjeron cambios radicales en el día a día de las fábricas”, afirma Luis José González Lozano, director de fábrica de Miguélez Cables.
