Fundada en Móstoles en 1958 y con presencia en más de 25 países, la compañía ha desarrollado proyectos de iluminación para marcas reconocidas y espacios, como tiendas de Ikea, establecimientos de Inditex, hoteles y museos.
Con sede en Móstoles (Madrid) y una trayectoria de más de seis décadas, el grupo de iluminación Lledó ha sido declarado en concurso necesario de acreedores. El Juzgado Mercantil número dos de Madrid emitió el auto el pasado 18 de diciembre de 2024, tras la solicitud de un acreedor.
La decisión también afecta a las filiales Odel Lux y Staff Ibérica. Por su parte, el nombramiento del administrador concursal ha recaído en el exjuez Juan Manuel de Castro, del despacho Kepler-Karst, antiguo titular del Juzgado Mercantil número 10 de Barcelona.
Grupo de iluminación Lledó, últimas cuentas
La situación del grupo presentaba síntomas críticos desde hace varios años. Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha podido acceder este medio se corresponden con el ejercicio 2019, donde el auditor EY advertía sobre las dudas relativas a la capacidad de la empresa para mantener su actividad.
En ese año, Lledó Iluminación alcanzó una cifra de negocio cercana a los 40 millones de euros y unas pérdidas de unos 726.000 euros. Por otro lado, acumulaba deudas a largo plazo superiores a seis millones de euros y pasivos con acreedores comerciales que superaban los 11 millones. Se incluyen aquí más de un millón de euros en remuneraciones pendientes de pago al personal.
Situación agravada con la pandemia
Con la llegada de la pandemia las dificultades económicas del grupo se agravaron. En este contexto, Lledó Iluminación firmó el 5 de marzo de 2020 un acuerdo de refinanciación con el Grupo Aligator, al que pertenece, y varias entidades bancarias. El objetivo del mismo era ajustar los vencimientos de deuda a la capacidad de generación de caja del grupo.
Este acuerdo, realizado justo antes de la declaración del estado de alarma, permitió una reestructuración temporal de la deuda. Sin embargo, la paralización del mercado debido al COVID-19 provocó una significativa ralentización de la actividad, lo que exacerbó las dificultades financieras ya existentes.
Negociaciones para evitar la suspensión de pagos
En febrero de 2024, la compañía inició negociaciones con sus acreedores para evitar la suspensión de pagos. El periodo de negociación se prorrogó en junio y en octubre volvió a solicitarse una nueva prórroga. Posteriormente, con fecha 18 de diciembre de 2024, el Juzgado de lo Mercantil de Madrid nº 2 publica el edicto que establece el concurso necesario de acreedores a instancia de un acreedor.
Lledó ha considerado desde hace unos años la venta de los terrenos de su antigua fábrica en Móstoles como una posible vía para solventar la situación financiera. La finca, ubicada entre las calles Magallanes y Cid Campeador, fue recalificada en 2009 para uso residencial.
En marzo del pasado año el Ayuntamiento de Móstoles aprobó el planeamiento urbanístico que permite la construcción de 550 viviendas en dicho terreno.
La firma estimaba que la operación generaría ingresos de entre 52 y 60 millones de euros. Además, el traslado de la actividad industrial de Lledó a otra nave de la empresa, ubicada en la carretera a Villaviciosa (Móstoles), ya se contemplaba como parte de ese plan.
Presencia en más de 25 países
Lledó, fundada en 1958, se especializó en el diseño, producción y comercialización de luminarias, iluminación natural, techos integrables, sistemas fotovoltaicos, absorbentes acústicos y sistemas de control.
La firma, con presencia en más de 25 países, ha desarrollado proyectos de iluminación para marcas reconocidas y espacios, como tiendas de Ikea, establecimientos de Inditex, hoteles y museos.