Presidente de MOBI.E, empresa pública que gestiona la red de movilidad eléctrica en Portugal, Luis Barroso analiza en esta entrevista los engranajes que mueven la industria en el país, así como las causas que podrían estar obstaculizando un despliegue efectivo del vehículo eléctrico en España.
Portugal se erige como un país europeo referente en materia de electromovilidad, con una red de estaciones de carga de vehículos eléctricos de acceso universal, interoperable y centrada en el usuario. Para conocer a fondo su funcionamiento y las medidas en las que España podría fijarse, hablamos con Luis Barroso, presidente de MOBI.E.
Pregunta. El mercado del vehículo eléctrico sigue creciendo en Portugal. ¿Cuál es la situación actual de la red de acceso público en el país?
Respuesta. Portugal es el único país del mundo con un sistema totalmente interoperable que permite ofrecer información en tiempo real acerca de todos los puntos de recarga de acceso público en una misma aplicación, independientemente del operador del punto de recarga.
Esta interoperabilidad total significa que un usuario de vehículo eléctrico puede cargar su vehículo en cualquier punto de recarga disponible con una única tarjeta o aplicación, sea cual sea el operador.
En los últimos tiempos, hemos visto una tendencia creciente de las empresas del sector a unir fuerzas y crear sus propias redes interoperables. En Alemania, la infraestructura de recarga para vehículos pesados se está construyendo para permitir la interoperabilidad total, es decir, cada conductor podrá recargar utilizando la tarjeta o aplicación de su proveedor de energía.
La infraestructura de recarga conocida como red MOBI.E cuenta con más de 11.300 puntos de recarga gestionados por alrededor de 100 operadores diferentes. En 2024, se instaló una media de 240 puntos de recarga al mes. Asimismo, la red MOBI.E de acceso público cuenta con más de un 38 % de estaciones rápidas y ultrarrápidas, que permitieron realizar alrededor de 6 millones de recargas a unos 280.000 usuarios diferentes en 2024.
P. Respecto a la venta de vehículos eléctricos e híbridos enchufables, ¿cuántas unidades se vendieron en 2024, respectivamente?
R. Según el Instituto de Movilidad y Transporte, se matricularon 52.073 vehículos 100 % eléctricos (BEV) y 32.838 híbridos enchufables (PHEV) en 2024, lo que supone un total de 84.911 vehículos ligeros electrificados. El pasado año, el porcentaje de vehículos ligeros eléctricos e híbridos enchufables matriculados fue del 39,6 %.
P. Portugal se ha consolidado como un referente en movilidad eléctrica. ¿Qué causas o razones justifican este liderazgo? ¿Qué medidas están ayudando a potenciar la electromovilidad en el país?
R. El éxito de Portugal es el resultado de la aplicación continua de una serie de medidas. En 2010, se creó una legislación específica para el desarrollo de una infraestructura de recarga totalmente interoperable. De este modo, cuando las empresas empezaron a desarrollar sus actividades de movilidad eléctrica, se encontraron con un sistema organizado, con normas claras y con el apoyo de la empresa pública MOBI.E, que actúa como un facilitador operativo para todo el ecosistema.
De igual modo, el modelo portugués se basa en la sencillez de uso y el acceso abierto, integrado y en tiempo real de la información sobre la disponibilidad de la infraestructura de recarga. En tercer lugar, se encuentra la integración en el sector eléctrico, que permite llevar la recarga a los espacios de acceso privado, mejorando la experiencia del usuario y aumentando el mercado para las empresas del sector.
Por último, debemos destacar la coherencia de los incentivos fiscales a la compra y uso de vehículos eléctricos.
“En 2010, se creó una legislación específica para el desarrollo de una infraestructura de recarga totalmente interoperable”
P. Según el anuario de la Movilidad Eléctrica 2024-2025 de AEDIVE, los fabricantes nacionales de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos lograron unas ventas totales de 332 millones de euros en 2024, unos datos inferiores a las cifras del ejercicio 2023 (339 millones de euros). A su vez, las matriculaciones de vehículos electrificados cayeron un 3,9 % en 2024. ¿Por qué cree que no termina de despegar la movilidad eléctrica en España?
R. Hay varias razones por las que está costando promover la movilidad eléctrica en España. Es un fenómeno que, desgraciadamente, ocurre en muchos países europeos, aunque no creo que sea un asunto de financiación.
En comparación con Portugal, cualquier programa MOVES cuenta con partidas anuales más elevadas para impulsar el sector. Tampoco parece una cuestión de conocimiento, pues múltiples operadores trabajan en los mercados portugués y español con resultados diferentes.
En este sentido, podría tratarse de una cuestión cultural, puesto que los portugueses tienen un apetito natural por experimentar con las nuevas tecnologías. También podría relacionarse con el tipo de parque automovilístico, ya que, en Portugal, y en la mayoría de los países europeos, una gran parte del parque automovilístico está formado por flotas que pertenecen a empresas y no a particulares.
Bajo mi punto de vista, se trata de una cuestión de organización. En Portugal, la existencia de la empresa pública MOBI.E permite al Estado actuar de forma más estrecha, rápida y sencilla con los agentes privados.
En MOBI.E, promovemos continuamente la movilidad eléctrica. Al tener total autonomía, no corremos el riesgo de ver nuestras prioridades superadas por otras, como ocurre cuando el área de la movilidad eléctrica forma parte de grandes direcciones generales públicas que se ocupan de una enorme complejidad de asuntos, y esto marca la diferencia.
Nuestros interlocutores se dan cuenta de que MOBI.E está ahí para ayudarles a resolver sus problemas, para simplificar su actividad y hacer más eficiente el mercado, lo que, unido a las características integradoras y de fácil uso de la solución portuguesa, genera confianza en el sistema y lo impulsa.
Así lo sentimos cuando varias empresas que operan en ambos mercados nos retan a ampliar nuestra actividad en España, algo que espero que pronto sea una realidad y que esta cooperación entre ambos países pueda volver a convertirse en un referente de interoperabilidad en movilidad eléctrica para el resto de Europa.
“La existencia de la empresa pública MOBI.E permite al Estado actuar de forma más estrecha, rápida y sencilla con los agentes privados”
P. ¿Portugal es un referente en exportación? ¿Cuáles son los países a los que exporta Portugal?
R. En 2024, las exportaciones de vehículos fabricados en Portugal representaron el 97,7 % de toda la producción, lo que supone una contribución positiva a la balanza comercial portuguesa.
Europa sigue siendo el primer mercado de exportación de vehículos fabricados en Portugal, especialmente Alemania (23,7 %), Italia (13,8 %), Francia (10,8 %) y España (9,9 %), aunque los mercados africano y asiático también importan vehículos fabricados en Portugal.
P. ¿Cuáles son los principales problemas o desafíos que enfrenta Portugal en materia de movilidad eléctrica?
R. El desarrollo dinámico y coherente de los mercados emergentes pasa por la estabilidad de las políticas sectoriales. Solo así se transmite confianza a los inversores privados. Como todos saben, el Gobierno portugués está modificando la legislación, por lo que tenemos que esperar a que esté finalizada para que el mercado pueda adaptarse al nuevo marco normativo. Será un reto importante, sobre todo teniendo en cuenta la dinámica de los últimos años.
Es esencial que Portugal continúe siendo una referencia internacional en el sector y que esté a la vanguardia de los desarrollos tecnológicos, implementando soluciones de flexibilidad, carga bidireccional y Auto-Charge y Plug & Charge, por ejemplo.
Por otro lado, el crecimiento de la infraestructura para seguir generando confianza en el creciente número de usuarios de vehículos eléctricos es esencial, además de avanzar hacia la creación de una infraestructura de recarga para vehículos pesados, donde el sistema de interoperabilidad portugués nos da una extraordinaria ventaja competitiva.
“El desarrollo dinámico y coherente de los mercados emergentes pasa por la estabilidad de las políticas sectoriales”
P. Por último, ¿cuáles son los planes u objetivos de Portugal de cara a los próximos cinco años en materia de movilidad eléctrica? ¿Qué hitos se han fijado?
R. Portugal se ha comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050. Sabemos que la transición energética en la movilidad tiene un fuerte impacto en estos objetivos y en ello estamos trabajando. En este momento, tenemos el gran reto de cumplir con el compromiso del Plan de Recuperación y Resiliencia portugués, que exige disponer de 15.000 puntos de acceso público para finales de año.
Más allá de las disposiciones de AFIR, recientemente hemos visto el crecimiento de los acuerdos entre operadores para hacer sus redes interoperables, por lo que creo que el mercado se organizará cada vez más en torno a sistemas de esta naturaleza, en contra de las redes cerradas, que tenderán a ser la excepción.
Sobre este punto, la experiencia de Portugal y de MOBI.E está ganando valor y queremos intensificar nuestros proyectos de internacionalización, en concreto con España, Alemania y América Latina, donde ya estamos trabajando en Colombia.
