En la madrugada del sábado al domingo, España vuelve a cambiar la hora para entrar en el horario de invierno, tal y como dicta la Directiva europea 2000/84/CE. Aunque se planteó eliminar el cambio horario en 2019, el Parlamento europeo aprobó una prórroga hasta 2021. En la actualidad, el debate se ha visto interrumpido con la pandemia.
En la madrugada del próximo domingo, del 29 al 30 de octubre, a las tres volverán a ser las dos, con excepción de las Islas Canarias y su hora de diferencia respecto a la península. De esta forma, España obedece a la Directiva europea 2000/84/CE, de obligado cumplimiento para los Estados miembro de la Unión Europea.
Cabe destacar que, con la guerra de Ucrania, y ante la actual situación de inestabilidad en el sector, esta medida está en línea con la austeridad energética que vienen pidiendo desde Europa y el Gobierno de España para los meses de invierno.
De igual modo, aunque el camino hacia el horario de invierno persigue adaptar nuestra jornada laboral a la luz diurna, el avance de las tecnologías de iluminación hace que su consumo se haya reducido significativamente en las últimas décadas.
No obstante, si bien los cambios estacionales de hora pueden producir ahorros, estos son marginales y no hay certeza de que se produzcan en todos los Estados miembro, ya que dependen de factores geográficos, meteorológicos, hábitos de los usuarios, etc. Así lo señala un informe elaborado por Sven Schulze.
¿Hasta cuándo habrá cambios de hora?
Se trata de una cuestión difícil de resolver. En principio, la Comisión europea realizó una propuesta el 12 de septiembre de 2018, cuyo objetivo era eliminar el cambio horario en 2019, sin embargo, el Parlamento Europeo aprobó posteriormente una prórroga que situaba el fin de los cambios horarios en 2021.
Es más, el Gobierno de Pedro Sánchez creó una mesa de trabajo en 2018 para avanzar en esta línea, aunque la irrupción de la pandemia paralizó el debate y, a día de hoy, los Estados miembro cuentan con otras prioridades.
La propuesta de la Comisión europea nace de una encuesta en la que participaron más de cuatro millones y medio de personas. El 80 % de ellas (porcentaje que sube hasta el 95 % en el caso de España) se mostró favorable a eliminar el cambio de hora.
