Así se desprende Informe de Situación del Observatorio de las Energías Renovables de Cataluña, presentado ayer. El estudio recoge que la producción eléctrica limpia creció en 4,09 MW, lejos de las previsiones de 360 MW. En el otro lado de la balanza, los aspectos más positivos son el avance del autoconsumo fotovoltaico y el récord de potencia instalada en biomasa térmica.
La generación eléctrica renovable creció en Cataluña en 4,09 MW el pasado año, muy lejos del objetivo de alcanzar los 360 MW (290 en solar fotovoltaica y 90 MW en eólica) establecido por el Observatorio de las Energías Renovables de Cataluña (OBERCat) siguiendo las previsiones del Gobierno.
Así lo revela el Informe de Situación 2020 presentado este martes por OBERCat, organismo al que pertenece UNEFCat. La principal conclusión del estudio es que la transición ecológica no avanza al ritmo esperado en la comunidad catalana debido al impacto del COVID-19, aunque también pone de manifiesto algunos ‘brotes verdes’ en el ámbito de la generación renovable.
Para el año 2021, el Observatorio había estimado que la producción de electricidad verde alcanzaría los 600 MW en fotovoltaica y los 400 MW en eólica, cifras ahora “imposibles de lograr y que constatan el retraso de la comunidad en la transición energética”, señalan desde OBERCat.
Lo más positivo
No todo lo que expone el informe son malas noticias. Así, el estudio constata el avance del autoconsumo fotovoltaico, que durante el año pasado sumó 47,9 MW de potencia instalada y algo más de 2.000 instalaciones de autogeneración nuevas, datos que convierten a Cataluña en una de las comunidades autónomas más dinámicas en este ámbito.
La segunda buena noticia es que, durante 2020, se instaló la región una cifra récord de generación por biomasa en términos de potencia: 65,9 MW que se concentran, fundamentalmente, en nuevas instalaciones industriales.
Cataluña, lejos de ser autosuficiente
En 2020, la comunidad cubrió con recursos propios (agua, viento, sol, biomasa, biogás y residuos) el 19,6 % de la demanda eléctrica (un 3,7 % más que en 2019), mientras que el 80,4 % de la energía provino de recursos ajenos (energía nuclear, combustibles fósiles y electricidad importada).
Además, destaca el informe, la demanda eléctrica cayó en Cataluña en 2020 un 6,5 % respecto a 2019 a causa de la reducción de la actividad social y económica provocada por la pandemia. Esta demanda fue cubierta, principalmente, por fuentes nucleares, seguida de los ciclos combinados, que aportaron el 11,8 %, casi un 40 % menos que el año anterior.
En tercer lugar, la hidráulica cubrió un 11,6 % de la demanda total, un 47 % más que en 2019. En cuanto a las otras fuentes renovables, la eólica representó el 5,7 %, un 16,3 % menos que el año anterior y la fotovoltaica un 0,86 %, un 7,7% menos que en 2019.
Advertencia del Observatorio de las Energías Renovables
Los miembros del OBERCat, además de redactar el Informe de Situación, han elaborado un documento de posicionamiento que han enviado al Gobierno de Cataluña para resaltar la importancia del sector en el despliegue de las energías renovables en el territorio.
Desde el Observatorio consideran “peligroso” focalizar los objetivos de implantación de energías renovables en el horizonte 2050 y creen que es “imprescindible priorizar los objetivos de 2030, estableciendo hitos claros de implantación de renovables de acuerdo con unos objetivos precisos y muy definidos, con el compromiso de que Cataluña logre la soberanía energética”, explican.
Asimismo, en el documento califican de “gran irresponsabilidad” cualquier actuación política o administrativa que “ampare o promueva una moratoria en la implantación de renovables en Cataluña” y especifican que cualquier modificación normativa o planificación territorial se debe llevar a cabo sin la necesidad de ningún tipo de moratoria.
Desde el Observatorio se apunta, por último, que una parada en el sector “implicará una pérdida de control y de soberanía respecto a los proyectos renovables, ya que una parte se agrupará y se tramitará por vía ministerial desde Madrid y otra se trasladarán a zonas vecinas del Aragón, como ya está empezando a pasar”, concluyen.