El que fuera el director más joven de la firma prevé un buen futuro para el sector, aunque será "muy competitivo porque hay más preparación por parte de todas las empresas". A las nuevas generaciones les aconseja sacrificio y les recuerda que "la vida no regala nada".
En un sector altamente competitivo y cambiante, donde la diferenciación es muy complicada, Electrofil ha logrado con el paso de los años convertirse en una entidad de renombre. ¿El secreto del éxito? Para Herminio Gómez, líder de una empresa cuya gestión ya ha sido delegada en sus hijos, no hay una fórmula secreta. “Esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo. La vida no regala nada”, asegura durante una charla con este medio. Aunque sí reconoce un valor añadido que influye en la distinción en el universo de la distribución: el servicio, cuidar al cliente.
El ejemplo de Electrofil y el futuro de la industria eléctrica
La idiosincrasia de Electrofil tiene, según cuenta Herminio, un valor intangible, pero muy valioso. Eso es lo que ha llevado a una empresa que se fundó en Badajoz en 1956 a estar en la cúspide de la distribución. Para él la industria eléctrica es una de las que “más futuro tiene” debido a la llegada de las nuevas tecnologías. Eso sí, “este futuro es muy competitivo porque hay más preparación por parte de todas las empresas”, subraya.
Así, desde Electrofil supieron hacer un buen uso de la famosa enseñanza de Charles Darwin “adaptarse o morir” para llegar, desde su nacimiento y bajo la denominación de Electrofil Badajoz, a lo que hoy en día es Electrofil Oeste (desde 2001 y debido a la diversidad de las zonas operativas).
La profesionalización y la especialización cada vez adquieren más importancia ya que el sector avanza a pasos agigantados. Y Electrofil ha sabido transformarse para no quedarse atrás con proyectos como SUMA, departamento donde se presta especial atención a la eficiencia energética y la industria.
Herminio, ahora con 89 años, ha sido protagonista de toda la evolución de Electrofil. Actualmente, cuenta con 12 puntos de venta, 165 empleados, más de 18.000 metros cuadrados de almacenes y más de 200 proveedores. Su expansión le hace contar con una red comercial que se distribuye por las provincias de Sevilla, Córdoba, Toledo, Ciudad Real, Cáceres y Badajoz.
Afán de superación y llegada de Herminio a Electrofil Badajoz
El afán de superación del protagonista de esta historia le llevó casi de casualidad a trabajar para Electrofil Badajoz. Herminio, toda vez que terminó sus estudios, se incorporó a la escuela de especialistas del
ejército del aire de León, como técnico montador eléctrico de aviones. Tras culminar con su preparación, marchó a la base aérea de Talavera la Real, donde se encargó del mantenimiento de los primeros aviones a reacción que llegaron a España. “El modelo T-33, que hoy en día ya es una reliquia”, recuerda.
Después de eso, decidió cambiar de rumbo y tomó la decisión de estudiar unas oposiciones para la banca. Mientras se preparaba para ello, nació Electrofil en Badajoz. Así que, aprovechando sus conocimientos eléctricos, comenzó a trabajar en la entidad.
Hacia el año 1964 llegó la oportunidad de abrir una sucursal propia para operar en Cáceres. Y, tras ella, se abrieron el resto de delegaciones. Herminio no lo recuerda como un proceso rápido y sencillo, más bien todo lo contrario. La idea era dar pasos cortos, pero firmes. Todo estaba muy medido.
Poco a poco fue ascendiendo hasta llegar a ser director, se hizo con el 20% del accionariado, pasó a ser consejero delegado y luego, consejero a nivel nacional. Así lo relató también durante una entrevista con FEGIME, realizada con motivo del 65 aniversario de la firma (en 2021).
Cuando se produjo el fallecimiento de los propietarios fundadores, las empresas del grupo pasaron a los hijos de estos. A su vez, ellos tomaron la decisión de vender la sociedad. Fue entonces cuando Herminio adquirió el 100% de las acciones.
Consejo a las nuevas generaciones
No ha sido un camino fácil, tampoco una época sencilla. Tocó el periodo de la posguerra en España, la época del hambre y del racionamiento, como recuerda Herminio. “Esos años duros, de ahí salimos muchos empresarios por necesidad. Y porque además le echábamos 25 horas diarias de trabajo. ¿Vacaciones? No se sabía qué eran las vacaciones. No yo, sino toda mi generación”, apunta.
“Yo era el director de la empresa y durante el periodo estival enviaba a mi mujer -Carmina Rico- con mis hijos pequeños a Portugal dos meses. Me iba los domingos por la mañana, hacía algo más de 200 kilómetros y el lunes me levantaba a las 5 o las 6 para poder estar a las 9 en el trabajo”, rememora. Y agrega: “Esto lo hacía el 95% de los empresarios que había en aquella época”.
El consejo que Herminio, voz más que autorizada, da a las nuevas generaciones es uno muy claro: “Que no dejen nunca la cultura del esfuerzo y la formación. Y si les cuesta trabajo, que se aguanten. Los que han triunfado en los negocios o en la ciencia, lo han hecho a base de sacrificio. Al final, se trata de hacer una cosa que cueste trabajo, pero que aporte algo a la sociedad”, indica.
Enseñar a pescar
Pese a que no siempre fue una empresa familiar, con el pasar de los años es un valor que ha ganado peso. Ahora, la compañía la gestionan los hijos que tuvieron Herminio Gómez y su esposa Carmina Rico, quien apunta que es así porque “ellos han querido”. De hecho, cada quien fue labrando su porvenir en función a sus inquietudes profesionales.
El relevo generacional comenzó con el hijo mayor, Carlos. Este se incorporó a Electrofil tras finalizar sus estudios en informática. Luego fue Javier, como licenciado en económicas y actual presidente del grupo. Ricardo, el último en incorporarse a la compañía, es el CEO. Por su parte, el tercero de los hijos, Nacho, se encarga de llevar el control de alquileres de otra sociedad del grupo.
Actualmente, y pese a estar ya jubilado, Herminio continúa yendo todos los días al despacho durante un par de horas. Eso sí, delega todo en sus hijos, a quienes más que darles el pescado, les ha enseñado a pescar: “Yo ya no intervengo. A mis hijos les pregunto y me informan, pero las decisiones las toman ellos”, concluye.
