Según los datos del Informe Anual UNEF, 2019 fue el mejor año de la historia para la energía fotovoltaica ya que se estableció un nuevo récord de capacidad instalada tanto en plantas en suelo, con 4.201 MW, como en instalaciones de autoconsumo, con 459 MW.
“Creemos firmemente que la fotovoltaica será el motor de la recuperación de la crisis post-COVID-19″; así de rotunda se mostró Arancha Martínez, presidenta de UNEF (Unión Española Fotovoltaica), durante la presentación del Informe Anual de esta asociación, que se llevó a cabo ayer, 15 de julio, en formato virtual.
Esta creencia responde, en primer lugar, a los magníficos datos de esta industria el pasado año: 2019 fue el mejor año de la historia para la energía fotovoltaica en España, con un nuevo récord de capacidad instalada tanto en plantas en suelo, con 4.201 MW instalados, como en instalaciones de autoconsumo, con 459 MW. Como resultado, por primera vez desde 2008, España se ha posicionado como mercado líder en Europa (seguida por Alemania, Holanda y Francia) y el sexto a nivel mundial, resaltó José Donoso, director general de UNEF. Andalucía (895 MW), Castilla-La Mancha (798 MW) y Aragón (765 MW) fueron las tres comunidades con más potencia instalada en 2019.
Evolución de la potencia fotovoltaica instalada en los últimos años.
“La firma del Pacto Verde Europeo ha sido un elemento fundamental”, añadió, ya que coloca a la transición energética como aspecto clave para fortalecer el sector industrial, mejorar su competitividad y crear empleo de calidad.
En segundo lugar, este crecimiento del sector fotovoltaico ha generado un impacto positivo también a nivel económico y social. En 2019 la contribución directa del sector fotovoltaico al PIB español fue de 3.220 millones de euros (0,26 %), continuando la tendencia alcista que se observó los años anteriores.
Además, el sector de la energía fotovoltaica se ha confirmado como un exportador neto y el impacto económico de las exportaciones fue de 3.540 millones de euros en 2019, un 54 % más que en 2018. Desde el punto de vista del empleo, se produjo un incremento en la generación de puestos de trabajo, alcanzando la cifra de 58.699 empleos de los que 17.194 fueron directos, 21.292 indirectos y 20.213 inducidos, respectivamente.
Motor de la recuperación económica
Para Donoso, España está en una situación óptima para aprovechar el desarrollo del sector fotovoltaico como vector de la reactivación económica y paliar la destrucción de empleo como consecuencia del COVID-19. “Nuestro país cuenta con dos ventajas competitivas: tenemos la mayor cantidad de horas de sol en Europa y con territorio disponible, lo que nos permite mejorar y crecer a través de la construcción de grandes plantas en suelo”.
Además, el sector fotovoltaico hace posible que, gracias al alto grado de competitividad en el precio de la energía obtenida, la industria española pueda contar con un menor coste del precio de la electricidad con respecto a sus competidores. “Ello contribuiría a frenar la deslocalización e incluso impulsar una reindustrialización en el país”, subrayó Donoso.
En este sentido, el sector fotovoltaico nacional cuenta con una base industrial sólida y competitiva, formada por empresas con tecnología propia que son referencia a escala internacional, especialmente en el segmento de los inversores y de los seguidores solares. De hecho, el 65 % de los componentes de una instalación fotovoltaica se fabrica en España, a falta de los paneles solares (que suponen un 33-35 %).
Escenario post-COVID-19
José Donoso esperaba que el Congreso convalidase el Real Decreto-ley de medidas en materia de energía y en otros ámbitos para la reactivación económica –como así sucedió– y reclamó un marco estable y consenso político para no frenar el crecimiento de las renovables, en general, y de la fotovoltaica, en particular.
En cuanto a las expectativas para final de año y para 2021, “es muy difícil hacer una previsión”, apuntó el director general de UNEF, si bien señaló que habrá retrasos en la construcción de plantas y en su tramitación, debido a la crisis derivada de la pandemia, “pero no es algo grave”. Habrá que verlo más en el medio y largo plazo, aunque se prevé que la mayor penetración de renovables se plasme en un derrumbe de los precios de la electricidad, detalló.
