La Asociación de los Consumidores de Energía (ANAE) ha elaborado un estudio comparativo sobre los precios de la energía en Europa, precisando que la situación de precios y de esfuerzos para pagar las facturas de energía de los consumidores españoles se ha agravado considerablemente, aumentando en todo tipo de consumidor la diferencia con la media europea.
Según este informe, el precio de la electricidad en consumidores domésticos en España se situó un 27,3% por encima de la media europea, sólo superado por Irlanda y Chipre (ambos países son islas), y el esfuerzo que representa en el consumidor residencial español es un 35,8% superior respecto a la UE-27.
En el caso de la industria tampoco es mejor: el precio de la electricidad en España en el ámbito de los consumidores industriales excede un 23,5% el promedio del continente (sólo por detrás están Lituania, Eslovaquia, Irlanda, Malta y Chipre); mientas que el esfuerzo exigido al consumidor industrial por estos costes se sitúa en el 23,3% de la UE-27.
En suma, bien sea consumidor doméstico o industrial (sea electricidad o gas), los precios en España están por encima de la media europea y los esfuerzos de los consumidores en pagar las diferentes facturas con respecto a la media europea de UE-27 son notablemente mayores, “y en el caso de la electricidad para los consumidores domésticos, de manera muy importante”, subrayan en la asociación.
ANAE señala que el esfuerzo que supone a los consumidores europeos pagar su factura se ha realizado relacionando los precios de la energía con el poder adquisitivo, que en el caso de 2013, al no estar disponibles los datos oficiales, se han utilizado los estimados, que también proporciona la propia Eurostat.