Los técnicos del Ministerio han propuesto distribuir los 4.000 millones de euros que se esperan recaudar mediante este tributo durante los próximos dos años entre los consumidores finales, por ejemplo, a través de un descuento en la factura proporcional a su consumo o mediante incentivos para fomentar el despliegue de las renovables.
Los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) han propuesto repartir entre los consumidores finales de electricidad los ingresos procedentes del nuevo impuesto que anunció Pedro Sánchez durante el último debate sobre el estado de la nación. El tributo se aplicará sobre los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas y prevé recaudar 4.000 millones durante los próximos dos años.
En este sentido, y para paliar los elevados precios de la energía, los técnicos proponen revertir lo recaudado en el consumidor final, por ejemplo, mediante descuentos separados en la factura de electricidad proporcionales a su consumo. Otra medida sería emplear parte de los 4.000 millones en incentivar la inversión en energías renovables.
Además, los especialistas de Hacienda sostienen que el hecho imponible del impuesto se producirá sólo durante las horas en las que las centrales de gas sean marginales y en la medida en que las diferentes tecnologías de generación obtengan realmente tales beneficios extraordinarios.
A su juicio, esta definición permitirá establecer unos mecanismos de ‘activación/desactivación’ con criterios objetivos y verificables, y que las empresas deberán justificar claramente. Los técnicos han realizado estos apuntes tras analizar las características esenciales que previsiblemente tendrá este nuevo impuesto para las energéticas.
Otros detalles del nuevo tributo
Los técnicos de Hacienda consideran que el nuevo impuesto será un serio incentivo para que las energéticas contengan sus precios, pues solo se verán afectadas las grandes compañías que obtengan beneficios extraordinarios y que, al mismo tiempo, sufrirán una tacha reputacional cuando tengan que abonarlo.
En esta línea, destacan que entre las exenciones estará la energía que no se haya beneficiado del aumento de los precios del mercado de la electricidad porque ya se había vendido a plazo antes del inicio de la crisis.
Por último, los técnicos apuntan que la base imponible será el importe de los beneficios que se consideran excesivos (los beneficios imprevistos o beneficios caídos del cielo), entendidos como la desviación respecto a los precios mundiales medios del gas durante el año 2021 y el número de horas durante las cuales el gas fija el precio de la electricidad.