El Ayuntamiento y Endesa acusan al departamento de educación de la Generalitat de responsable al no tener dado de alta el servicio. Desde 2007 no han pagado ninguna factura debido a un "error de comunicación" en todo el proceso del fraude eléctrico.
La escuela pública Josep Veciana, en Tarragona, ha sido acusada de tener la ‘luz pinchada’ desde 2007. Tanto el Ayuntamiento, como Endesa advierten de un posible fraude eléctrico.
Según ha informado Esquerra Republicana en el Ayuntamiento Perafort i Puigdelfí, el consistorio no dio de alta ni pagó “las facturas de lo últimos 16 años”. Esto se destapó al querer iniciar un plan de energías renovables y al recabar información del centro y sus anteriores sistemas de iluminación.
El problema podría venir desde el año de inauguración de la escuela, que fue el 2007, ya que nunca se dio de lata en los suministros. Al conocer la situación, Joan Martí, el alcalde de Perafort i Puigdelfí, desde el ayuntamiento encargaron un informe jurídico, el cual indicaba que nunca se envió un informe técnico que mostrase qué servicio estaba contratado.
Un fraude eléctrico provocado por un error de comunicación
Desde Cuadernos de Material Eléctrico han querido contactar con el ayuntamiento y no han obtenido respuesta. Por otra parte la directora del centro, Fátima Sabado, señala que “ha sido un cúmulo de errores de comunicación” y un desconocimiento por la escuela. Indica que la empresa encargada de la construcción del colegio no dio de alta los boletines eléctricos para el contador en el ayuntamiento, además dicha empresa, UICESA, cerró al finalizar la obra.
Insisten que se trata de un error de comunicación, ya que “la escuela no es de titularidad municipal, sino que es de Infraestructuras de la Generalitat, por tanto la Generalitat se pensaba que el electro lo pagaba el Ayuntamiento y el Ayuntamiento que lo pagaba la Generalitat”, argumenta la directora.
Endesa no corta los servicios
Aún sin pagar las facturas, el servicio nunca fue interrumpido en la escuela. Conforme a Endesa, al conocer la situación, lo señalaron de fraude eléctrico, ya que se trataba de una instalación irregular conectada a una red eléctrica de la calle, donde no había contador, según informa el Diari de Tarragona.
Este tipo de instalaciones irregulares pueden suponer un peligro para las personas que estén dentro, como para las de alrededor. Se pueden provocar incendios o electrocución, algo que el centro educativo ha querido recalcar, ya que nunca fue un peligro: “los cuadros eléctricos estaban en correcto estado y con los automáticos correspondientes.”
Desde Endesa, han asegurado que ya está en conversaciones con el consistorio para normalizar el suministro, y que al tratarse de una escuela, no han cortado el suministro.
