La planta francesa de Schneider Electric se ha pasado a la iluminación led y ha optimizado la calefacción y los procesos que consumen mucha energía. En 2021, era la tercera fábrica de la compañía que más energía consumía.
Schneider Electric inauguró a principios del mes de julio un nuevo centro de laminado en su fábrica de Sarel, Alsacia (Francia). En esta planta gala, fundada en 1956, se lleva a cabo la producción de armarios eléctricos, cuadros y envolventes. En 2021, era la tercera planta de la compañía con mayor consumo de energía, debido, en su inmensa mayoría, a sus procesos de pintura y cocción.
Para cumplir los objetivos de reducción de las emisiones de carbono y aumentar la eficiencia energética, la planta se ha pasado a la iluminación led y ha optimizado la calefacción y los procesos que consumen mucha energía, contribuyendo a reducir el consumo de energía en un 25 % en mayo de 2022 -comparado, con mayo de 2019-.
En esta línea, a partir de julio, los hornos de las instalaciones han pasado del gas a la electricidad y, próximamente, se instalará una bomba de calor eléctrica. Todos los procesos de la planta se descarbonizarán entre 2025 y 2026. Así, a finales de este año, saldrá el primer producto fabricado con acero ecológico, producido mediante un proceso totalmente electrificado. Este producto llegará en envases sin envoltorio, en la idea de la compañía por utilizar materias primas bajas en carbono.
Actividad de la planta de Sarel y las novedades del cambio
En la fábrica francesa, el acero se corta, se pliega, se perfora, se atornilla, se suelda, se equipa con accesorios y se pinta, mientras que los productos acabados -construidos para aguantar un uso intensivo en entornos exigentes- se envían montados o por piezas. Así detallan la actividad de la planta desde Schneider Electric.
Las inversiones llevarán a reducir el consumo de energía empleado en la fabricación: las nuevas máquinas consumen entre tres y cuatro veces menos que las antiguas, y la inversión se amortiza en unos tres años. El resto de la inversión se destinará a sustituir otras máquinas antiguas, con lo que aumentará la productividad global de la planta.
Laurent Bataille, presidente de Schneider Electric Francia, ha indicado que “en todos nuestros centros estamos tomando medidas para reducir el consumo de energía y descarbonizar nuestras operaciones”. Además, el presidente de la compañía en Francia, añade que es, precisamente, la fábrica de Sarel “el mejor ejemplo en su clase de nuestro compromiso en toda la empresa para lograr un nivel de emisiones neto cero para nuestras propias operaciones y reducir emisiones de CO2 en un 25 % en toda nuestra cadena de valor para 2030“.