La multinacional duplicará su tamaño en España y Portugal en los próximos cinco años. El Grupo, que pretende alcanzar una facturación de 1.200 millones de euros a cierre de 2021, ha avanzado que en los próximos meses comprará más empresas y abrirá 12 tiendas BigMat La Plataforma en España.
BigMat ha anunciado que uno de sus objetivos estratégicos de cara al futuro es cotizar en Bolsa. La multinacional de origen francés se ha marcado ese reto en su horizonte y, para lograrlo, aspira a duplicar su tamaño en España y Portugal en los próximos cinco años para alcanzar los 2.000 millones de euros de facturación, según han confirmado fuentes de la compañía a C de Comunicación.
La salida a Bolsa se efectuará, según lo previsto, a través de la sociedad Estrategias BigMat, donde irán entrando progresivamente los socios de la empresa, cuyo modelo de negocio está articulado en régimen de cooperativa.
En la actualidad, el Grupo BigMat cuenta con 225 socios españoles, y espera alcanzar cerca de 1.200 millones de euros en ventas en España y Portugal cuando concluya 2021.
Para duplicar su tamaño, BigMat ya ha fijado como objetivo abrir nuevas tiendas en ciudades de hasta 50.000 habitantes. De hecho, el próximo año prevé inaugurar 12 tiendas BigMat La Plataforma para alcanzar un total de 50 en los próximos años.
BigMat, ‘a la caza’ de nuevas oportunidades
Además, la multinacional tiene la intención de seguir comprando empresas, como ya hizo con La Plataforma de la Construcción. Según confirman fuentes del Grupo, “ya hay un par de operaciones en marcha que saldrán antes de finales de año”.
Finalmente, y según avanzó el director general de BigMat España y Portugal en el diario Expansión, la cadena de materiales de construcción, que por el momento actúa como un intermediario entre proveedor y cliente final, tiene previsto entrar en el mercado de la producción para optimizar la cadena de suministro.
¿Qué supone cotizar en Bolsa?
Desde Bolsa de Madrid explican que “la propia admisión a Bolsa supone un reconocimiento a la solvencia de la empresa, ya que esta debe demostrar su capacidad de generación de beneficios en los últimos períodos”. Además, y puesto que “los inversores dispuestos a aportar fondos valorarán cada esfuerzo que se realice en la racionalización y profesionalidad de la gestión de la empresa, eso genera también un incentivo constante a incrementar la competitividad“.
En definitiva, “una empresa que está preparada para salir a Bolsa ha alcanzado un alto grado de organización y control“, aclaran desde Bolsa de Madrid. “Y este prestigio -añaden- es reconocido no sólo por los inversores, sino por clientes, proveedores o interlocutores financieros de la compañía”.
Además, “el interés de los analistas profesionales e inversores en la información sobre las empresas cotizadas conlleva una presencia en los medios superior al resto de empresas, sobre todo en prensa financiera, tanto nacional como internacional, y esta presencia en medios de comunicación complementa con gran eficiencia los esfuerzos del marketing y publicidad convencionales”, concluyen desde el parquet madrileño.
