De esta forma, la asociación pretende contrarrestar las ‘fake news’ que circulan por internet y que pueden “lastrar” la transición energética. Además, califica a esta fuente de generación como la “vacuna” contra la subida de los precios de la electricidad.
Actualmente, España tiene una dependencia energética del exterior de, aproximadamente, el 73 %; además, la generación de electricidad supone un 20 % de las emisiones totales de CO2. En este contexto, la Unión Española Fotovoltaica ha elaborado un decálogo para desmentir los diez mitos principales “que pueden lastrar la implementación de proyectos de energía solar en España”.
El objetivo de esta iniciativa es, en palabras de UNEF, “combatir la desinformación generada por noticias falsas, mitos, prejuicios e incorrecciones” que circulan, sobre todo, por las redes sociales. Esto, señala, puede retrasar la implantación de una tecnología “clave” para la transición energética y que califica como la “vacuna” frente al incremento del precio de la electricidad.
Los diez mitos sobre la fotovoltaica
1- El fotovoltaico es un modelo de desarrollo sin fin que pone en peligro las zonas de alto valor ecológico. En este punto, UNEF recuerda que todos los proyectos deben contar con una autorización y aquellos que se proyectan en zonas de alto valor ecológico no van a superar el proceso de tramitación.
2- Los proyectos fotovoltaicos en suelo no son necesarios para alcanzar la transición energética; basta con el autoconsumo. Falso. Afirman desde la asociación que el nuevo modelo energético no puede depender de la iniciativa particular y añaden: “Para lograr los objetivos del PNIEC hace falta utilizar todos los recursos disponibles: autoconsumo en todos los edificios en los que sea posible, comunidades energéticas en entornos industriales, muchas plantas pequeñas y medianas de generación distribuida y un número pequeño de plantas grandes”.
3- España va a ser el panel solar de Europa. Hoy en día, la Península Ibérica tiene un grado de interconexión con el sistema europeo muy inferior al del resto de países de la Unión, lo que limita enormemente la capacidad de exportación de nuestro país. Por eso ha sido considerada recientemente por la UE una ‘isla energética‘.
4- La energía solar no genera beneficios locales: la instalación de una planta fotovoltaica genera ingresos para las entidades locales a través de diferentes tributos, entre ellos: Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de Características Especiales (IBICES). “La construcción de un MW de energía solar genera unos 76.000 euros durante toda la vida útil de la planta en el municipio donde se localiza”, añaden desde UNEF.
5- Las plantas no generan empleo local. Según datos de la asociación, un proyecto de 100 MW puede crear entre 300 y 400 empleos locales que tienen, además, un efecto de arrastre para la contratación indirecta en el municipio
6- Todos los componentes se importan de China. En España se puede fabricar hasta el 65 % de la cadena de valor de un proyecto fotovoltaico.
7- Las plantas ocupan demasiado terreno. Hace falta una fracción mínima de suelo para cumplir los objetivos de generación fotovoltaica que delimita el PNIEC y que equivalen únicamente al 0,068% del terreno total de nuestro país.
8- Es una amenaza para la biodiversidad. En este apartado, UNEF destaca que, tras la instalación de una planta en suelo, el terreno sufre una transformación positiva, pues se limita el acceso de personas, se deja aproximadamente el 90 % del suelo libre y no se utilizan herbicidas, por lo que el suelo recupera su equilibrio. Además, agregan, genera una “llamada refugio” para algunos animales.
9- Estas instalaciones destruyen el terreno donde se sitúan. “En la fase de construcción no se realiza movimiento de tierra ni se compacta el terreno, la actuación se limita a las zanjas para los cables y a la instalación de las estructuras de los paneles”, aseguran desde UNEF.
10- Los paneles generan grandes residuos. También falso. Los módulos son perfectamente reciclales, ya que panel fotovoltaico de silicio (el 95 % de los que hay en el mercado) está compuesto de vidrio (78 %), aluminio (10 %), plásticos (7 %) y metales y semiconductores (5%). Simplemente recuperando el marco de aluminio y el vidrio de la parte delantera se recicla más del 80 % de su peso.
Por otra parte, y para concluir, la Unión Española Fotovoltaica ha comunicado que el próximo martes, 13 de septiembre, entregará los Sellos de Excelencia en Sostenibilidad a nueve plantas fotovoltaicas españolas en un evento que se celebrará en una de las plantas galardonadas, la de Talayuela Solar, ubicada en Cáceres.
