La petrolera francesa adquirió en mayo 2,5 millones de contratos de suministro eléctrico de clientes domésticos que el grupo energético portugués EDP tenía en España.
La Comisión Europea ha dado el visto bueno al movimiento financiero realizado en mayo por la petrolera francesa Total, que adquirió la cartera de clientes domésticos que el grupo energético portugués EDP tenía en España bajo la denominación ‘EDP-C’ (EDP Comercializadora).
Desde Bruselas han considerado que esta operación no plantea problemas de competencia, “ya que los solapamientos entre las actividades de las empresas son muy limitados”, ha señalado el órgano ejecutivo de la UE en un comunicado.
La Comisión argumenta, para acompañar su decisión, que EDP-C se dedica a la producción de activos térmicos, así como al suministro de gas y electricidad y a otros servicios relacionados como: suministro de electricidad a pequeños clientes industriales y comerciales, a pequeñas empresas y a clientes residenciales, y suministro al por menor de gas a pequeños clientes industriales y comerciales, y a clientes residenciales.
Por su parte, desde Bruselas indican que Total es un productor y proveedor integrado de energía a escala internacional, con actividades en todos los sectores de la industria del petróleo y el gas, así como en los de las energías renovables y la producción de electricidad.
Así fue la operación entre Total y EDP
En mayo, EDP (Energías de Portugal) vendió al grupo francés una cartera de unos 2,5 millones de contratos de suministro eléctrico residenciales, junto con dos centrales de ciclo combinado de gas, con capacidad de generación de electricidad de casi 850 MW.
De esta manera, Total se hizo con alrededor de un 25 % de la energía suministrada por EDP, que conservó el grueso del negocio (la venta a grandes clientes).
La operación, ahora refrendada por Bruselas, en virtud del Reglamento de Concentraciones de la UE, permite a Total entrar con fuerza en el sector español al convertirse en el cuarto proveedor energético de gas y electricidad, con una cuota de mercado residencial del 12 % y el 6 %, respectivamente, según afirmaba en mayo la corporación francesa.
