Fabricantes referentes explican a este medio cuáles son los principales desafíos que enfrentan los puntos de recarga en el sector residencial. Entre ellos, se encuentran ABB, Simon, Wallbox, Orbis, Phoenix Contact, ChargeGuru y Legrand.
La movilidad eléctrica continúa su desarrollo en España, aunque, a nivel europeo, los datos siguen siendo insuficientes. Para saber en qué estado se encuentra el despliegue de la infraestructura de recarga en el sector residencial, así como sus retos a corto y medio plazo, hablamos con algunas compañías referentes tales como ABB, Simon, Wallbox, Orbis, Phoenix Contact, ChargeGuru o Legrand.
“Es un sector complejo porque las viviendas diseñadas nunca tuvieron en cuenta el vehículo eléctrico y los consumos de electricidad en los garajes. Ahora sabemos cómo hacerlo, pero hay que llevarlo a cabo de manera profesional y especializada. El segundo punto importante es que para que funcione bien, desde un punto de vista técnico, lo lógico sería afrontar los edificios en su conjunto”, explica Álvaro Vázquez, Country Manager & CEO de ABB E-mobility SLU.
Por su parte, Isabel Mansergas, EV Business Development Director de Simon, considera que todos los actores del mercado, y muy en particular los instaladores, son buenos conocedores de la normativa, por lo que el usuario que lo desee deberá ponerse en contacto con un profesional para efectuar el proyecto. “Sí es cierto que, al plantear el caso, en muchos bloques surge la posibilidad de hacer una preinstalación comunitaria, algo que los técnicos también están perfectamente capacitados para realizar”, añade.
Movilidad eléctrica: Wallbox, Orbis y Phoenix Contact
Por otro lado, tal y como indica Ivan Tallón, Country Manager Iberia en Wallbox, “creemos que la adopción masiva del vehículo eléctrico pasa por la posibilidad de cargar en casa, lo que soluciona la gran mayoría de trayectos que se hacen. En España, la instalación de un punto de carga en un aparcamiento comunitario es mucho más sencilla, dado que no se tiene que pedir ningún tipo de autorización. Con tan sólo informar a los vecinos de que se va a instalar el punto de carga es suficiente”.
En este sentido, Hugo Geiger, director financiero de Orbis, asevera que el Real Decreto de modificación del CTE (Código Técnico de la Edificación) constituye un nuevo marco de definición para facilitar el despliegue de la infraestructura del vehículo eléctrico, “que contempla en España que todos los edificios de uso residencial privado deberán tener preinstalación para los puntos de recarga en todas sus plazas”.
De igual modo, Adriano Mones, director de Desarrollo de Negocio de Phoenix Contact E-Mobility, explica que, en los bloques de vivienda, no es tan sencillo instalar un punto de recarga como lo es en una vivienda unifamiliar, “pero sabemos que la normativa exige que en las zonas de aparcamiento, en función de su titularidad y de su tamaño, tendrá que haber puntos de recarga para vehículos eléctricos”.
¿Qué opinan desde ChargeGuru y Legrand?
Con respecto a los garajes comunitarios, la dificultad vendrá cuando más vecinos quieran un punto de carga, es decir, existirá un problema estructural del edificio. “Si cada vecino necesita hacer un hueco entre los contadores y el parking, llegaremos a un punto en el que no será posible hacer más huecos adicionales, además de poder ser un problema estético para el garaje por la cantidad de tubos y cables que puede haber”, argumenta Adrien Castagnie, Managing Director Iberia de ChargeGuru.
Y prosigue: “También puede existir un problema con la gestión de la potencia a nivel del propio edificio. Cuando el 50 % o el 60 % de la población tenga un punto de carga, y si cargan a la vez, puede haber un sobreconsumo, provocando que salten los plomos de todo el inmueble. Creemos que la mejor opción sería dar de alta un nuevo contador exclusivo para los puntos de carga y conectar todos los cargadores a este contador”.
Por último, Magdalena Martín, Product Manager de Legrand, estima que el principal problema en los bloques de viviendas son las preinstalaciones. “La situación ideal sería realizar una preinstalación de la línea de potencia para alimentar las plazas de garaje y, dependiendo de las necesidades, ir implementando cada plaza. Sin embargo, los costes que supone para los vecinos no siempre son asumibles y, posiblemente, cause fricciones con el resto”, concluye.
Esta noticia tendrá continuidad en un extenso reportaje en el número 68 de Cuadernos de Material Eléctrico, donde se abordará la situación, retos y tendencias del sector de la movilidad eléctrica en España.
