El pasado fin de semana cené con un amigo empresario del que he hablado en alguna otra ocasión. Esta vez me solicita ayuda para hacer un cambio en su forma de dirigir su empresa porque está notando en los tiempos recientes una fuga importante de personal en el año en curso.
Yo, que conozco a mi amigo desde hace 30 años, sé que su visión de la dirección no es la adecuada en estos momentos. Por eso, creo que se está produciendo esa fuga del talento en su empresa.
En mis 35 años de experiencia profesional en el mundo de la empresa y la consultoría, he visto, y sigo viendo, a más de un director (gerente, CEO, directivo o similar) que actúan como mi amigo. Todos están cortados por el mismo patrón.
La mayoría de ellos se centra muchísimo en la forma de hacer el trabajo (proceso) y no miran los resultados del equipo. Vigilan cada parcela o acción que realizan sus empleados: si van o no al baño, si llegan cinco minutos tarde al trabajo, etc. Controlan el tiempo que pasan con un cliente y no si el cliente ha quedado satisfecho.
Es decir, que controlan actividades equivocadas de manera permanente. No son conscientes de que los empleados así no trabajan a gusto. Todo son negocios, todo el tiempo. Los árboles no les dejan ver el bosque. En lugar de poner el foco en los resultados, las ventas y los clientes, se centran en las cuestiones que les son más fáciles de controlar.
Compartir la información dentro de la empresa
Casi todos tienen la autoestima por las nubes. Todo gira en torno a ellos, son los que mejor hacen las cosas y todo debe realizarse según su criterio. Deberían centrarse en trabajar con el equipo estrechamente para generar mayores resultados.
Todos ellos todavía piensan que “la información es poder”. Acaparan toda la información en lugar de compartirla. Controlan todos los datos que entran o salen de la empresa o del departamento.
Todos los empleados obedecen a pies juntillas lo que el Jefe indica. Estos equipos muestran un gran parecido a una secta y es muy difícil que obtengan mejores resultados. Sobre todo porque el Jefe, el gerente, oculta minuciosamente la información.
Mi amigo reconoce que su forma de actuación es, literalmente, como lo he descrito. Entonces le aconsejo que debería dar un giro a su forma de trabajar de manera drástica si quiere que las personas no abandonen la empresa y así alcanzar mejores resultados cada año. Debe ser un poco más humilde, como es a nivel personal, y compartir absolutamente toda la información con el equipo.
Tomar decisiones basadas en datos
A partir de ahí le recomiendo EXECUTIONPRO, que es una herramienta que ayuda a conseguir un conocimiento útil de los datos, para tomar decisiones correctas y está muy orientada a la consecución de resultados. Con un bajo coste y un alto impacto. Además, es una solución pensada para la utilización por parte del trabajador, y no sólo del directivo.
Cuanto antes empiece a tomar decisiones basadas en datos, mejor lo hará en el futuro, optimizará la gestión de su empresa y le mantendrá por delante de sus competidores.
Si se invierte en la recogida de los datos y se aprende a utilizarlos de manera correcta, se dará cuenta inmediatamente de que aportan ideas para cómo crecer, y visualizará innovaciones a largo plazo. Además, y muy importante, verá claramente los patrones de comportamiento de sus clientes, focalizará el esfuerzo donde de verdad lo necesite y se anticipará a problemas futuros, tomando decisiones realistas con más garantías de éxito. Y, finalmente, todo ello se traducirá en un aumento de la productividad. Siempre y cuando los datos se compartan.
Si cumples esto, mi querido amigo, te garantizo la implicación del personal y la reducción drástica de la huida de talento.
Y vosotros, queridos lectores, ¿utilizáis alguna herramienta que os aporte datos de calidad?
¡¡Que seáis buenos!!
