Aprovechando que han llegado las primeras vacunas, me atrevo a recomendar encarecidamente que se necesitan vacunas para todos los virus. Contra el COVID19, pero también contra otros virus más conocidos pero no por ello menos letales.
En el sector de material eléctrico, la nómina de virus endémicos es larga y conocida y muta según hablemos de fabricantes, distribuidores o instaladores. En este primer post de 2021 pasaré revista a alguno de los peores.

Fabricantes
Entre los fabricantes circulan algunos virus contra los que aconsejo vacunarse cuanto antes. Entre otros:
- Falta de innovación
- Escasa digitalización de sus catálogos
- Políticas erráticas de precios
- Poca personalización de la oferta
- Exceso de roturas de stock
- Ninguneo recurrente a la distribución
Vacunarse contra estos virus supondría liderar la cadena de valor y proveer en tiempo y forma a los clientes, los productos y servicios que les ayuden a diferenciarse y a aportar valor al cliente final.
Distribuidores
En una posición crítica, los distribuidores son atacados de forma recurrente -aguas arriba y aguas abajo- por virus que minimizan el valor que aportan a la cadena. Por ejemplo:
- Foco puesto en el producto más que en el servicio
- Dedicados más a comprar que a vender y aportar valor
- Estructuras pesadas que sacrifican los márgenes
- Almacenes poco eficientes para la venta online
- Indiferenciación de la oferta
- El precio, como principal argumento de negocio
- Tamaño insuficiente para competir en las grandes obras
Las vacunas contra estos virus -unión de fuerzas en torno a intereses comunes- mejorarían las relaciones con fabricantes e instaladores y aportarían más valor al cliente final.
Instaladores
La parte más débil de la cadena de valor se enfrenta a virus antiguos que ralentizan su necesaria adaptación a un entorno digital y caracterizado por la revolución tecnológica. Veamos algunos:
- Envejecimiento de los propietarios
- Relevo generacional insuficiente
- Conformismo
- Falta de innovación
- Lentitud a la hora de identificar y aprovechar oportunidades
- Escasa capacidad de prescripción
- Tamaño insuficiente para competir
- Incapacidad para colaborar con sus iguales
Vacunarse es imprescindible para el mantenimiento del colectivo, pero no es suficiente. La inmunidad de rebaño solo se conseguirá si una masa crítica de empresas de instalación lo hace.
Feliz año
Hay que pasar página, pero no debemos olvidarnos de 2020 y de lo que hemos aprendido. Hay que vacunarse, pero también seguir protegiéndonos.
¡Feliz y próspero 2021!