¿Qué hacer cuando te encuentras una instalación en estas condiciones y el fabricante de los equipos ha cerrado? Diego Gómez, un profesional de Madrid, se enfrentó a esta situación la pasada semana, cuando acudió a un edificio de 120 vecinos y tres escaleras por un problema en la instalación de los porteros.
Diego Gómez es un instalador de la Comunidad de Madrid que el pasado jueves acudió a un edificio de 120 vecinos y tres escaleras para resolver una avería en el sistema de portero. Un problema en la instalación hacía que los telefonillos de una de las escaleras no abriesen la puerta del portal. La imagen que encabeza este artículo vale más que mil palabras para describir el panorama que se encontró.
Pudiera parecer un rompecabezas o una actividad para poner a prueba la paciencia de cualquier profesional, pero se trata de una instalación de telefonillo convencional 4+N en la que Diego localizó una avería en uno de los alimentadores que pudo solucionar, de forma provisional, con una serie de soldaduras en el propio alimentador. Y es que, a parte de la madeja de cables, el instalador madrileño tuvo que hacer frente a otra dificultad.
Los equipos de la instalación pertenecen a la marca Fringe, que desapareció hace ya algunos años, por lo que hoy en día no es viable localizar material nuevo de la firma para reparaciones. Ante esta situación, el instalador realizó las reparaciones necesarias, al mismo tiempo que propuso a la comunidad sustituir la instalación por un sistema de videoportero de dos hilos.
“El que haya hecho eso, si tiene algún tipo de acreditación, que lo dudo, habría que quitársela. Sale mejor tirarlo todo y volverlo a montar“, afirmaba un ingeniero de telecomunicaciones en redes sociales como respuesta a la fotografía de Diego. “Eso no puede seguir así, ahí se ven hilos de par empalmados con cables de 220 de mala manera”, añadía el tuitero.
“Yo apostaría por chapuza sobre chapuza… y si funciona, no lo toques. A los vecinos, mientras funcione, les da igual que esté bonito, feo o cogido con pinzas”, agregaba otro internauta.
Sin embargo, la imagen y sus respuestas abren dos debates interesantes. Por un lado, la importancia de contar con un profesional especialista, cualificado, para desarrollar instalaciones y reparaciones. Por otro, el papel del instalador como prescriptor y asesor a la hora de recomendar otras actuaciones, servicios o productos que mejoren la seguridad de una instalación y el bienestar de las personas.
Si te has encontrado instalaciones de este u otro tipo que crees que puedan protagonizar nuestra sección ‘Fotoimpacto’, envíanos la fotografía con los datos de contexto y tu opinión a la siguiente dirección de correo electrónico: info@cdecomunicacion.es.
Mi duda es: aunque fuere una instalación antigua, ¿no se deberían de realizar mantenimiento preventivos y/o de adecuación a nuevas tecnologías? Sería otro nicho de negocio para los instaladores, ingenierías o inspectores de Organismos de Control Autorizado.
Ahí lo dejo.
Gracias por tus atinados comentarios, Agustín.
En efecto, todo lo que tiene que ver con mantenimiento preventivo, inspección per´iódica de instalaciones y revisiones es un ámbito que debería crecer como línea de negocio para muchas empresas del sector.
¡Un saludo cordial!