La mujer en el sector eléctrico: “Nunca me he sentido discriminada, pero cuando eres joven la brecha es mayor”

En el Día Internacional de la Mujer, hablamos con tres mujeres que ostentan cargos directivos en el ámbito de los fabricantes, la distribución y los instaladores de material eléctrico. Con ellas abordamos si se han sentido discriminadas durante su trayectoria profesional, el papel de la mujer en el sector y si creen que se está revirtiendo el actual dominio masculino.
Por Pablo García
De izquierda a derecha: Amparo Almiñana, directora general de Grupo Peisa; Alicia Perea, directora Gerente de Maxwell; y Mari Carmen Tomillo, gerente de ALG.
De izquierda a derecha: Amparo Almiñana, directora general de Grupo Peisa; Alicia Perea, directora Gerente de Maxwell; y Mari Carmen Tomillo, gerente de ALG.
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Mari Carmen, Amparo y Alicia suman más de 70 años de experiencia en el sector del material eléctrico. Sin embargo, todavía hoy siguen siendo una excepción; son tres mujeres que ocupan cargos directivos en cada uno de los niveles de la cadena de valor del sector eléctrico. Este medio ha hablado con ellas para conocer su experiencia y la situación actual del sector en el ámbito de la igualdad de género.

“Cuando eres joven eres un elemento extraño”

Nunca me he sentido discriminada, aunque es verdad que cuando eres una mujer joven hay una brecha mayor. Es más difícil conseguir imponerte y que te respeten como directiva que si eres un hombre de la misma edad”, apunta Mari Carmen Tomillo, gerente de ALG, empresa en la que acumula más de 25 años de experiencia.

Tomillo ha pasado por diferentes puestos dentro del proveedor especializado mientras compaginaba su trabajo con los estudios de Económicas. “Antonio López Garrido, fundador de la compañía, enseguida depositó su confianza en mí y me ofreció la oportunidad de sucederle en el cargo”, afirma Mari Carmen, a la vez que subraya que cree “firmemente” que ALG es una excepción en el sector, “aunque, por suerte, las cosas están cambiando también en el resto de empresas”, asegura.

En la misma línea se expresa Amparo Almiñana, directora general de Grupo Peisa: “Nunca me he sentido discriminada, pero es cierto que al principio era como un elemento extraño. En la mayoría de ocasiones había muy pocas mujeres en las reuniones, algunas de parte de los fabricantes, pero casi ninguna de la distribución”, explica.

Almiñana comenzó en el área de administración, después fue responsable de Calidad y Marketing, más tarde adjunta de dirección y, finalmente, asumió la dirección general del distribuidor. Este verano cumplirá 26 años en Peisa: “Me inicié en el sector por vocación, vocación por la continuidad de la empresa familiar. Desde siempre lo he vivido en casa y era lo que me gustaba, a pesar del sacrificio personal que veía que suponía tanto para mi padre como para mi madre. Nunca se cuestionó que fuera mujer“, señala Amparo, que subraya la valentía de su padre.

Por su parte, Alicia Perea, directora gerente de Maxwell, empresa madrileña dedicada a las instalaciones y proyectos eléctricos, afirma que sí llegó a sentir cierta discriminación, aunque “solo al principio”. “El hecho de ser mujer, además de ser joven, no ayudaba, pero poco a poco te vas ganando tu sitio y la confianza”, manifiesta. Y es que en el ámbito técnico la desigualdad se acentúa, destaca Perea, que es Ingeniera Técnica y acumula más de 20 años de experiencia en la empresa.

¿Por qué hay tan pocas mujeres en puestos directivos?

“Seguimos siendo muchas menos mujeres (creo que alrededor de un 35 %) las que accedemos a este tipo de puestos en comparación con los hombres. ¿A qué se debe? Bueno a que en la historia siempre hemos estado relegadas a un segundo plano. También arrastramos otros problemas estructurales. Por ejemplo, la responsabilidad de la mujer en el hogar y los cuidados sigue siendo mayor que la del hombre en la mayoría de hogares, la falta de referentes tanto en cargos de poder como en profesiones técnicas…”, explica Mari Carmen Tomillo desde ALG.

Amparo Almiñana, por su parte, coincide en señalar lo difícil que resulta conciliar la vida familiar con la laboral y añade otro factor que también contribuye a aumentar la brecha de la desigualdad: “Por una parte no es nada fácil conciliar la familia con la dedicación que exigen los puestos directivos. Por otra parte, no me cabe duda de la existencia de techos de cristal en determinadas empresas, donde el hecho de ser mujer no favorece la promoción a puestos de mayor responsabilidad”, afirma la directora general de Grupo Peisa.

Alicia Perea apunta a la maternidad como otro de los condicionantes destacados, aunque señala que la actual equiparación de los permisos de hombres y mujeres puede contribuir a limar las desigualdades en este ámbito.

¿Se está revirtiendo esta situación?

“El proceso está siendo más lento de lo que nos gustaría”, afirma Mari Carmen Tomillo, aunque reconoce que poco a poco se van dando “pasitos” en la buena dirección. “Las mujeres jóvenes tienen que seguir luchando por sus derechos. Tienen que empezar por creer en ellas mismas y no dejar que nada ni nadie les haga cambiar de opinión, sea un hombre u otra mujer”, añade

Cabe reseñar, además que ALG, aunque no ha implantado ninguna medida específica, cuenta con un Consejo de Administración con mayoría de mujeres: “Simplemente hemos apostado por las personas que creemos que pueden desarrollar mejor su trabajo, sea hombre o mujer, eso no importa”, explica la gerente.

Grupo Peisa, por su parte, ha desarrollado un Plan de Igualdad y ya cuenta con mujeres en cargos de responsabilidad en su área comercial, en el almacén, en atención al cliente, recursos humanos, inversiones, etc. Además, Amparo Almiñana fue la primera mujer en formar parte de los órganos directivos de entidades representativas para el sector como, por ejemplo, en la junta directiva de Grudilec, en la de ADIME o en el supervisory board de Imelco, en este caso a nivel internacional.

Además, Peisa también fue pionero hace 15 años, cuando impulsó la publicación de la revista de Grudilec ‘Grudiella‘, destinada a visibilizar el papel de la mujer el sector. Almiñana lanza un mensaje para todos los jóvenes: “Esto no va de hombres o mujeres, sino de personas. Que sigan formándose, que nunca pierdan la ilusión por aprender y por hacer las cosas bien, las empresas los necesitamos y en este sector tienen un gran futuro“, afirma.

En la misma línea se manifiesta Alicia Perea desde Maxwell: “Prefiero hablar de ‘personas’ y me gustaría que en un futuro próximo cada vez más gente solo hablara de personas. A los jóvenes les diría -añade- que se animen, si realmente les gusta que no lo duden [entrar en el sector eléctrico]. A nivel de gestión y administración somos más mujeres en mi empresa, pero la parte de obra es la que tenemos pendiente. Es complicado, porque hay muy pocas mujeres técnicos que trabajen como oficiales”, señala Perea.

En definitiva, poco a poco se van dando pequeños pasos para que la mujer vaya adquiriendo mayor protagonismo en un sector eléctrico tradicionalmente dominado por hombres. Pero todavía queda mucho camino por recorrer. ¡A por ello!

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Miguel Ángel Vallejo
Miguel Ángel Vallejo
08/03/2021 18:29

El titular de la noticia no es muy acertado, lo que se comenta es muy interesante y refleja que la sociedad laboral y familiar tiene todavía muchos problemas que resolver. Hemos ganado mucho en estos últimos 40 años, pero cito a Mari Carmen Tomillo: "Las mujeres jóvenes tienen que seguir luchando por sus derechos. Tienen que empezar por creer en ellas mismas y no dejar que nada ni nadie les haga cambiar de opinión, sea un hombre u otra mujer". Gracias Mari Carmen, Amparo y Alicia.

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