Inicio / Opinión / Invertimos en talento y se lo regalamos a Europa
Invertimos en talento y se lo regalamos a Europa

Invertimos en talento y se lo regalamos a Europa

Por Desireé FraileDirectora General de APIEM

Hablemos de una realidad que nos duele y que es un espejo de lo que ocurre en toda la economía española: la fuga de nuestro talento más cualificado. Invertimos tiempo y dinero en formar a profesionales cualificados y, justo cuando alcanzan su máxima productividad, hacen las maletas. ¿Por qué? Porque son contratados por empresas en Alemania o Países Bajos, donde su cualificación se valora y se paga significativamente mejor.

Esta “fuga de cerebros 2.0” afecta a médicos que se van a Suiza o Reino Unido por mejores condiciones; a científicos e ingenieros que desarrollan startups punteras en Silicon Valley o Berlín; y a desarrolladores de software que cobran salarios de mercado global. En todos los casos, el resultado es el mismo: España paga el coste de la formación y la experiencia, y Europa se lleva el beneficio.

Efecto tijera del talento

Esta doble erosión, a la que hemos denominado el “efecto tijera del talento”, se agrava. Para cubrir las vacantes, muchas de nuestras empresas optan por contratar personal que, en muchos casos, viene de otros países, a menudo con menos experiencia o con titulaciones que tardan en homologarse. El problema no es el origen, sino el motivo: es una solución rápida para cubrir huecos, pero a costa de reducir la media de cualificación general del sector, una tendencia insostenible a largo plazo.

La raíz del problema es clara: la presión sobre los márgenes de beneficio. Mientras el mercado, en nuestro caso de las instalaciones, se rija por la guerra de precios y no por el valor añadido, nuestras empresas no tendrán el músculo financiero para competir. Simplemente, no podemos pagar un sueldo de Múnich si estamos cerrando proyectos con márgenes de supervivencia.

Romper este círculo vicioso pasa por un cambio de mentalidad y estrategia. No podemos esperar a que otros lo solucionen; debemos enfocarnos en priorizar la retención del experto cuantificando la especialización en el presupuesto, utilizando la digitalización como argumento de venta y, lo más destacado, certificando la calidad de nuestro personal cualificado.

La única manera de detener la fuga, en cualquier área de actividad, es que el mercado español, empezando por el cliente final, entienda que la alta cualificación es un producto premium que no puede tener precio de saldo. De lo contrario, seguiremos siendo el centro de entrenamiento gratuito para los competidores más fuertes de Europa.

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Más noticias sobre...

Scroll al inicio