La factura eléctrica PVPC registró en enero su precio más bajo de los últimos 14 años

Los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC) han pagado en enero la factura eléctrica más barata de los últimos 14 años. Según datos de FACUA, el recibo eléctrico de un consumidor medio cayó hasta los 67,20 euros, un 25,2 % menos que en diciembre, cuando la factura se situó en los 89,82 euros, y un 49,5 % menos que en enero de 2022, cuando alcanzó los 133,06 euros.

“Para encontrar un enero con una factura más baja hay que remontarse a 2010, cuando el recibo se situó en 61,78 euros. Asimismo, es la primera vez que la factura del usuario medio está por debajo de los 70 euros desde febrero de 2021”, recalcan desde la asociación de consumidores.

Causas de esta caída de la factura eléctrica

La principal causa es el descenso del precio del megavatio/hora en el mercado mayorista, que en enero cayó un 47 % respecto a diciembre, hasta los 70,84 euros, lo que supone su cota más baja desde 2021. Este desplome viene motivado por una gran producción renovable, que ha aprovechado los diversos temporales para alcanzar cifras récord. De hecho, la eólica registró su mejor dato desde hace más de tres años y la hidráulica ha vivido su mejor mes desde febrero de 2021.

A esta situación favorable hay que añadir, además, el impacto del tope del gas y la bajada del IVA y otros impuestos que continúan reducidos tras la prórroga que aprobó el Gobierno a principios de año. Eso sí, los expertos señalan que la guerra de Ucrania sigue provocando una importante inestabilidad en los precios de la energía, por lo que es pronto para asegurar que esta tendencia a la baja ha llegado para quedarse.

Las reclamaciones de FACUA

En primer lugar, FACUA ha mostrado su satisfacción por que el Gobierno haya incluido en la propuesta de reforma del mercado eléctrico que ha enviado a Europa la medida de sacar a la nuclear y la hidroeléctrica de la subasta diaria del mercado mayorista.

Por otro lado, la asociación de consumidores reclama al Ejecutivo nacional que exija a la Comisión Europea el punto y final de la subasta marginalista, “un mecanismo por el que tecnologías de generación eléctrica extraordinariamente baratas acaban costando a los consumidores lo mismo que las más caras, las cuáles además incrementan artificialmente sus precios”, recalcan desde la asociación.

Finalmente, FACUA solicita al Gobierno una mayor difusión del bono social, dado que la gran mayoría de beneficiarios potenciales no lo solicitan. En la misma línea, anima al Ejecutivo a poner en marcha medidas para que los consumidores optimicen su potencia contratada, ya que actualmente los usuarios españoles pagan unos 1.000 millones de euros al año de más a las eléctricas por el exceso de potencia.