El mayor puerto del mundo, Shanghái, sufre las consecuencias de un confinamiento que ya dura cuatro semanas; además, un brote masivo amenaza con cerrar Pekín. En este contexto, una mercancía tarda, de media, 118 días en llegar a un almacén europeo desde una fábrica China.
La cadena de suministros no levanta cabeza. Tras la escasez de contenedores provocada por el súbito aumento de la demanda tras la pandemia, que multiplicó por cinco el precio de los fletes, y el incremento del coste del petróleo y las materias primas, ahora tiene que hacer frente al confinamiento del mayor puerto del mundo y a un brote masivo de COVID en Pekín.
El confinamiento de Shanghái, que ya se alarga durante cuatro semanas, está provocando que su puerto, que el año pasado movió más de 47 millones de contenedores, opere al 25 %, según datos del diario Cinco Días, lo que está provocando un atasco -aún más- de la cadena de suministros.
De hecho, el presidente de la patronal logística UNO, Francisco Aranda, apunta, en declaraciones a Cinco Días, que esta situación va a tensionar todavía más la cadena de suministros, prologando la crisis logística durante todo el año 2022. Además, señala, podría agudizar una inflación ya disparada.
Otra consecuencia de los cierres en China es que crece el riesgo de desabastecimiento, circunstancia que afecta directamente a toda la cadena de valor del sector eléctrico, que presenta una dependencia importante de Asia para ciertos componentes, productos y materias primas. En este sentido, algunas compañías como Volkswagen ya han anunciado que se están viendo “gravemente afectadas”, recoge Cinco Días.
Atasco de barcos esperando a cargar y descargar en el puerto de Shanghái hace unos días.
Los plazos de entrega siguen creciendo
China supone el 12 % del comercio mundial. Las restricciones en el país asiático no solo han paralizado puertos y fábricas, también el transporte por carretera. De hecho, se estima que solo en Shanghái está operando un 20 % menos de camiones.
Todos estos ingredientes hacen que el plazo de entrega de las mercancías no haya dejado de crecer desde hace algo más de un año, situación que, además, se ha agravado desde que comenzó el confinamiento de Shanghái.
Así, una mercancía tarda en llegar a un puerto europeo, de media, 118 días desde que sale de la fábrica asiática, 111 días en el caso de Estados Unidos. Y las previsiones no son buenas, puesto que los expertos apuntan que estos plazos seguirán aumentando en las próximas semanas, ya que la incertidumbre hace que las empresas aumenten sus stocks y, de esta forma, crece también la demanda y la necesidad de transporte.
