En un contexto de electrificación acelerada de la economía, despliegue de energías renovables, vehículo eléctrico y digitalización, la inminente actualización del Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión (REBT) marca un punto de inflexión para el sector de las instalaciones eléctricas en España. El nuevo marco normativo busca facilitar la adaptación de las instalaciones residenciales e industriales a una realidad técnica muy diferente a la de 2002, año de publicación del reglamento actualmente en vigor.
El calendario, como no podría ser de otro modo, mantiene expectante a toda la cadena de valor. Sobre el mismo habla la Federación Nacional de Empresas de Instalaciones Eléctricas, Telecomunicaciones y Climatización de España (FENIE), donde explican a este medio que el proceso está adelantado. “Actualmente el borrador de actualización del REBT está bastante avanzado en cuanto a tramitación y consideramos muy probable que la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) pueda hacerse efectiva durante el año 2026”, confirman.
El reglamento está alineado con la transición energética, por lo que su actualización supone un paso necesario a ojos de FENIE. “Su publicación supondrá un avance muy positivo, ya que permitirá a nuestro país contar con un marco reglamentario actualizado al proceso de transición energética, mediante la electrificación de la economía en el que actualmente nos encontramos inmersos”, explican desde la federación.
Este diagnóstico es compartido también por fabricantes, como es el caso de Hager, quien recuerda que “el reglamento actual es del año 2002 y, aunque se han ido publicando actualizaciones y guías con el paso del tiempo, ya se merecía una actualización”. La compañía fija “el autoconsumo, la evolución tecnológica y la seguridad en las instalaciones” como los principales motores del cambio.
Entre las novedades que previsiblemente tendrán mayor impacto se encuentran el refuerzo de la protección eléctrica, la obligatoriedad de dispositivos frente a sobretensiones, el uso de diferenciales tipo A en sustitución de los tradicionales tipo AC, la revisión de las condiciones para instalaciones de autoconsumo y recarga de vehículo eléctrico, así como una mayor exigencia en materia de documentación, inspecciones y mantenimiento.
Uno de los aspectos más relevantes del nuevo REBT es el reconocimiento explícito del mantenimiento como parte esencial del ciclo de vida de la instalación. El texto “establece la obligatoriedad de suscribir contratos de mantenimiento para las instalaciones que requieren proyecto a lo largo de toda su vida útil”, como bien señala FENIE. Y esta medida se traduce en un refuerzo a la seguridad y la eficiencia del sistema eléctrico.
Sin embargo, la federación también señala algunos puntos de fricción. En particular, consideran que “el apéndice que exceptúa determinados locales de pública concurrencia y aparcamientos de esta obligación no resulta adecuado, ya que estas exclusiones no se basan en criterios técnicos objetivos”. En este sentido, FENIE trabaja para que determinados usos, como los pisos turísticos, sean considerados locales de pública concurrencia a efectos del nuevo reglamento.
Otro cambio reseñable es el mayor margen de decisión que se otorga a las empresas instaladoras. “La nueva versión del reglamento otorga una mayor autonomía a las empresas instaladoras frente a los gestores de red”, permitiendo que en elementos como cajas generales de protección, acometidas o centralizaciones de contadores sea el instalador quien determine la solución más adecuada sin necesidad de autorización previa de la distribuidora.
Uno de los ejes centrales del nuevo REBT es la evolución de las protecciones. En este caso, MAXGE Europe confía en que el texto definitivo consolide el uso de interruptores diferenciales de clase A. “Tenemos ante nosotros un futuro más electrificado, una sociedad que demanda electrónica y mayor confort derivado de la tecnología. Con los interruptores diferenciales Clase A se aumenta la seguridad y la inmunidad de las infraestructuras eléctricas”, explican.
Hager coincide en que la obligatoriedad de este tipo de protecciones, junto con los dispositivos contra sobretensiones, será clave para evitar daños en equipos y garantizar la continuidad del suministro, especialmente en instalaciones cada vez más complejas y con mayor presencia de electrónica de potencia.
La distribución profesional apunta en la misma dirección en este caso. “El nuevo reglamento es más exigente en varias materias como la protección sobre tensiones, lo que sin duda afectará positivamente a la demanda”, apunta David Barrera, coordinador nacional de Grupo Unase.
En el ámbito residencial, el nuevo REBT llega en un momento en el que la vivienda ha dejado de ser un simple punto de consumo. El hogar está cada vez más electrificado y conectado, como apuntan desde Hager: “Hoy la vivienda no es solo un espacio para vivir, sino un ecosistema inteligente que optimiza recursos y garantiza seguridad”.
Entre las principales tendencias, destacan la automatización y la domótica, la integración de energías renovables y sistemas de almacenamiento, la recarga del vehículo eléctrico y el refuerzo de la protección eléctrica. “El uso de diferenciales tipo A y sistemas contra sobretensiones protege equipos sensibles y evita riesgos en instalaciones cada vez más complejas”, subraya la compañía.
ORBIS observa una evolución similar, especialmente ligada a la recarga de vehículo eléctrico en viviendas unifamiliares y garajes comunitarios. Ahora los usuarios demandan “carga inteligente adaptada a la potencia contratada”, gestión dinámica en comunidades, conectividad y control remoto, además de una mayor integración con instalaciones fotovoltaicas, explica Lauren Teba Borrego, especialista en infraestructura y soluciones de gestión para la recarga de vehículos eléctricos de la compañía.
Por su parte, MAXGE Europe añade que las últimas actualizaciones normativas consideran de especial relevancia cualquier modificación o ampliación en viviendas existentes, lo que impulsa la rehabilitación eléctrica del parque residencial y genera nuevas oportunidades de actividad para el sector.
Evitar paradas es la prioridad en el entorno industrial. Aquí, Luis Medrano, CTO, director de conocimiento y desarrollo corporativo de ORBIS, señala que en instalaciones industriales y logísticas “detener una isla de carga implica parar la operación”, lo que ha convertido la continuidad de servicio en un requisito crítico.
Además, conectividad, monitorización y mantenimiento predictivo ganan peso. “Sigue viva la conectividad de las instalaciones, el control remoto y la previsión y planificación para asegurar que no se interrumpen procesos”, apuntan desde MAXGE Europe. En la misma línea, Medrano destaca la creciente integración de las instalaciones eléctricas con sistemas de gestión de planta, así como el uso de telemetría avanzada para anticipar fallos.
Por otro lado, Hager añade que la digitalización y la eficiencia energética se consolidan como herramientas fundamentales para optimizar el consumo y mejorar la disponibilidad de las instalaciones industriales.
El nuevo REBT también tiene un impacto directo en cuadristas e instaladores, quienes deberán adaptarse a mayores exigencias técnicas y documentales. Los fabricantes coinciden en la importancia de facilitar esta transición.
En el caso de Hager, la firma asegura estar preparada para la entrada en vigor del reglamento, especialmente en ámbitos como las protecciones diferenciales, los dispositivos contra sobretensiones y la monitorización energética. MAXGE Europe, por su parte, hace hincapié en la necesidad de contar con soluciones que refuercen la seguridad de los cuadros eléctricos y permitan anticiparse a futuros requisitos normativos.
Luis Medrano y Lauren Teba Borrego (ORBIS) ponen el acento en el soporte técnico, el diseño conforme a normativa y la formación. “El papel de la formación ha sido y sigue siendo fundamental en todo momento”, recuerdan también desde FENIE, donde insisten en la necesidad de una formación continua del personal técnico apoyada por asociaciones, fabricantes y distribuidores.
Además, en este escenario la distribución profesional desempeña un papel clave como nexo entre fabricantes y distribuidores. “La distribución debe comunicar y asesorar a sus clientes en todo lo referente a los cambios normativos que vendrán y disponer del producto”, resume David Barrera (Grupo Unase), quien también apunta que la digitalización de la gestión de la energía es una de las áreas con mayor crecimiento, en línea con la evolución del mercado y las nuevas exigencias del REBT.
A expensas del texto definitivo, el sector hace una lectura claramente consensuada. Desde MAXGE Europe confían en que el nuevo REBT “sea el revulsivo para todo el mercado para reforzar la seguridad de las instalaciones eléctricas, tanto en obra nueva como en rehabilitación energética de edificios”. Para Hager, la clave estará en combinar tecnología, conocimiento y servicio, mientras que FENIE subraya que el reglamento refuerza el papel del instalador profesional en un momento decisivo para la electrificación del país.
Residencial e industrial, lejos de ser mundos separados, comparten ahora retos comunes: seguridad, eficiencia, digitalización y mantenimiento. El nuevo REBT aspira a ser el marco que los articule.
Este reportaje se publicó inicialmente en el número 84 de la revista Cuadernos de Material Eléctrico. Puedes leerla en el visor online.
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