El pasado 2 de marzo, las áreas de Material Eléctrico y Climatización y Confort de ‘C de Comunicación‘ organizaron una jornada online sobre las posibilidades de negocio que ofrece la vivienda inteligente a toda la cadena de valor del sector eléctrico (pueden ver el vídeo completo aquí).
La cita, que estuvo patrocinada por la start-up tecnológica Hobeen, reunió a una docena de participantes entre representantes de los fabricantes y del colectivo instalador. Por parte de los proveedores participaron directivos de Ariston, Legrand, LG, Siemens y Schneider Electric, mientras que los instaladores estuvieron representados por representantes de asociaciones como ANERR, APEME, APIEM, ASEIF, FEGiCAT e INSTAGI.
Principales temas que se abordaron
Los participantes en la jornada calificaron como ‘clave’ la experiencia del usuario para la popularización del hogar conectado en España y definieron tres aspectos fundamentales sobre los que se asienta el sector: seguridad, eficiencia y confort. Además, destacaron que los dispositivos inteligentes ayudan a ahorrar y gestionar mejor la energía, ya que “sobre lo que no se mide no se puede actuar”.
Fabricantes y representantes del colectivo instalador pusieron de manifiesto, asimismo, las principales barreras que impiden el despegue del hogar conectado en nuestro país. Las más destacadas son: la ausencia de una plataforma común que integre a dispositivos y fabricantes; la falta de formación de profesionales y usuarios; y, por último, la necesidad de realizar una labor didáctica y de comunicación con el consumidor para hacer más transparente el dato energético y que este sea consciente de las ventajas tangibles que ofrece la vivienda inteligente.
Finalmente, los participantes en el evento, que reunió a más de un centenar de asistentes, mostraron su preocupación por la entrada en el mercado de grandes cadenas como Lidl o Leroy Merlin, que ofrecen productos conectados que no necesitan de la intervención de un instalador.
Aunque los ponentes reconocieron que se trata de mercados diferentes, manifestaron que la venta de este tipo de productos a precios tan bajos supone un daño importante para el canal profesional, que ofrece referencias más duraderas, seguras y fiables que, en definitiva, ofrecen un mayor valor añadido al cliente final.