Esta es una de las conclusiones que se extraen del Informe OREVE 2024, presentado este miércoles en Ifema Madrid. El Observatorio de la Rehabilitación Eléctrica de la Vivienda en España defiende que la electrificación es un vector esencial de la transición energética, aunque la instalación eléctrica ha sido invisibilizada.
Ifema Madrid acogió ayer la presentación de los resultados más destacados del Informe OREVE 2024, un estudio que revela datos sobre la transición energética del sector residencial, el rol de los propietarios y la situación de las instalaciones eléctricas en las viviendas españolas.
En concreto, desde el Observatorio de la Rehabilitación Eléctrica de la Vivienda en España se ha llevado a cabo una encuesta a personas propietarias de viviendas, tanto de uso propio como de alquiler a terceras personas.
A partir del estudio cuantitativo, se ha procedido a averiguar qué papel juega la instalación eléctrica en la actuación en una residencia, ya sea rehabilitación o reforma, y las razones que motivan dicha actuación, así como los elementos que la desincentivan.
¿Rehabilitación o reforma?
Para la gran mayoría de los propietarios, los conceptos de rehabilitación y reforma son sinónimos y les cuesta establecer diferencias. Como motivaciones principales a la hora de acometer una actuación en la vivienda (rehabilitación o reforma), se identifican:
- Cerca del 50 % la atribuyen a la necesidad de reparar o conservar algo que se ha deteriorado o que ha dejado de funcionar en la vivienda.
- Prácticamente el 30 % de las personas propietarias alude a motivaciones emocionales para justificar la intervención en la vivienda, especificando razones estéticas, confort o de renovación de su diseño, redistribución, etc.
- Aproximadamente el 15 % señala motivos de carácter anticipativo, es decir, preparar/adaptar la vivienda a las necesidades de futuro. En este porcentaje, destacan especialmente las actuaciones orientadas a la eficiencia energética, como el aislamiento térmico y el cambio en los cerramientos exteriores.
En cuanto al conocimiento de la existencia de ayudas para la rehabilitación o mejora de la eficiencia:
- Un 62 % de los propietarios que han invertido menos de 15.000 euros -o no han hecho una actuación- desconocen las ayudas.
- Un 51 % de los propietarios que han gastado más de 15.000 euros tampoco las conocen.
- Si ha intervenido un técnico, el desconocimiento de las ayudas se reduce al 38 %.
Propietarios ante la rehabilitación de la vivienda y la actuación sobre la instalación eléctrica
Por otro lado, el Informe OREVE 2024 recoge que los solicitantes y receptores de ayudas de rehabilitación suelen tener rentas superiores a la media, lo que induce a proponer medidas correctoras para favorecer la eficiencia en los hogares con menor renta:
- El 60 % del parque residencial español tiene una superficie que oscila entre los 50 y 90 metros cuadrados. El 25 % del parque oscila entre los 91 y 150 metros cuadrados.
- Las viviendas reformadas, según datos del MITMA, tienen un tamaño medio de 108 y 135 metros cuadrados.
- Visado de gran rehabilitación de 2023 (CSCAE): 37.783 rehabilitaciones con 4.541.583 metros cuadrados. Media de 120 metros cuadrados por rehabilitación.
En este sentido, la actuación sobre la instalación eléctrica ocupa un plano secundario al abordar una reforma o rehabilitación. Solo el 20 % de los propietarios considera prioritaria la instalación eléctrica, mientras que el 38 % de los propietarios equiparan el simple funcionamiento con “un buen estado”.
Entre las personas propietarias que han realizado actuaciones en la vivienda, se observa un salto muy significativo en la decisión de intervenir sobre la instalación eléctrica a partir de los 15.000 euros de inversión. En detalle:
- Con actuaciones en la vivienda de un valor por debajo de los 5.000 euros, sólo en el 14,9 % de las ocasiones se actúa puntualmente sobre la instalación eléctrica.
- En las actuaciones por un importe superior a los 50.000 euros, la intervención incluye, de forma muy mayoritaria, la actualización de la instalación eléctrica, alcanzando el 82,1 % de las viviendas.
- Se detecta que la cifra a partir de la cual se empieza a intervenir sobre la instalación eléctrica de la vivienda son los 15.000 euros, alcanzando el 47,2 % de las reformas o rehabilitaciones. Esta cifra sube al 60 % cuando el presupuesto invertido está entre los 20.000 y 30.000 euros.
Otros datos de interés y conclusiones reseñables
A pesar de que sin transición energética no hay descarbonización, un 71,7 % de las personas propietarias desconoce por completo el concepto y lo que implica. Por el contrario, a un 16,2 % le suena, pero no saben con exactitud qué es ni su alcance, mientras que un 12,1 % comprende el significado de transición energética en la vivienda.
Del mismo modo, un 63,3 % no valoraba actuar sobre la instalación eléctrica antes de conocer el papel de la transición energética en la vivienda. Sin embargo, una vez explicado el concepto y sus implicaciones, un 58,1 % ve la instalación eléctrica como una prioridad.
Como principales conclusiones, el Informe OREVE 2024 señala:
- La instalación eléctrica es la espina dorsal de la vivienda.
- La electrificación es un vector esencial de la transición energética.
- La instalación eléctrica ha sido invisibilizada.
- Se rehabilita muy por debajo de las previsiones.
- Las ayudas han favorecido a las rentas más altas.
- Nuevo enfoque a la ciudadanía: la transición energética de la vivienda.
Cabe mencionar que el estudio fue presentado por Óscar Querol, director general de AFME y portavoz del OREVE, y Pilar Blanco, responsable de comunicación de ADIME Distribución y portavoz del OREVE. Durante el acto, también estuvo presente Alberto Leal, director de la feria MATELEC.