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DEHNguard ACI, seguridad y protección eléctrica

DEHN Ibérica detalla el funcionamiento y beneficios de su nueva serie de descargadores DEHNguard M ACI, que aportan numerosas ventajas en comparación con el empleo de soluciones convencionales.

El objetivo fundamental de un dispositivo de protección contra sobretensiones es, valga la redundancia, proteger. Sin embargo, esto no puede ni debe hacerse de cualquier manera. Un descargador de sobretensiones no solo debe proteger equipos, sino que debe asegurar que, tanto cuando lo hace como cuando llega al fin de su vida útil, no interfiera en el normal funcionamiento del equipo o instalación que está protegiendo. Es decir, debe garantizar la protección del equipo y la continuidad de servicio de la instalación.

Por tanto, debemos combinar protección y seguridad. La diferencia entre una protección y una óptima protección radica en lo segundo. Es decir, necesitamos protecciones fiables y seguras, destacan en DEHN Ibérica.

¿Protección previa al descargador?

Como cualquier equipo eléctrico, un descargador de sobretensiones necesita una protección contra cortocircuito aguas arriba que evite su destrucción en caso de que se produzca algún tipo de anomalía o fallo en la rama del mismo.

En concreto, en los descargadores de Tipo 2 el componente fundamental que integran son varistores. Estos dispositivos, por sus características físicas, sufren un desgaste y una degradación a medida que van actuando, que será mayor o menor dependiendo de la corriente que deriven cada vez que actúan. Cuando llegan al final de su vida útil, el varistor envejecido disminuye su resistencia y deja pasar cada vez más corriente, lo que provoca un calentamiento en el mismo. Antes de que se produzca su incendio y para evitar daños en la instalación, el varistor debe quedar interrumpido.

Esta es la razón por la que los descargadores de Tipo 2 incluyen un dispositivo de separación que “vigila” la temperatura del varistor, de modo que, cuando supera una determinada temperatura en un tiempo concreto, lo desconecta de la red y señala su estado operativo como fuera de servicio. Este dispositivo debe incorporarse obligatoriamente en todos los descargadores de este tipo.

Hace ya un tiempo, DEHN dio un paso más y patentó el dispositivo termodinámico de vigilancia y separación “Thermo Dynamic Control, que viene incorporado en sus descargadores desde hace muchos años. Este dispositivo realiza una vigilancia no sólo térmica sino también dinámica del varistor, separándolo de la instalación aunque la corriente de derivación supere de manera instantánea la capacidad máxima de derivación del varistor –hecho que produciría su destrucción inmediata–, lo que hace que el funcionamiento de los descargadores DEHN sea más seguro.

Sin embargo, existen situaciones en la que este dispositivo de vigilancia y separación puede no funcionar o quedar destruido debido a circunstancias no habituales y que pueden exceder su capacidad de protección. Es el caso, por ejemplo, de una sobretensión temporal. Pues bien, incluso en esos casos, es imperativo asegurar que el descargador quede separado de la red de forma segura. Es imprescindible estar seguro de que, en ningún caso, el descargador pueda provocar un cortocircuito que afecte a la instalación.

La protección frente a cortocircuito que pudiera producirse en la rama del descargador puede ser aportada por la propia instalación, o bien puede ser necesario instalar una protección ex profeso. Esto dependerá de las características y valores de las protecciones magnetotérmicas existentes en la misma. De este modo, si hablamos de fusibles, el valor de referencia son 125 A (curva gG/gL) y, en el caso de interruptores automáticos, el valor más común es 63 A. Así pues, en principio, si la protección existente fuera de ese valor o inferior no sería preciso instalar otra protección en la rama del descargador. Si fuera de valor superior sí sería necesario.

En suma, el descargador de sobretensiones no solo debe ofrecer buenas prestaciones en términos de poder de derivación, tiempo de respuesta, nivel de protección, etc., sino que también debe funcionar (y dejar de hacerlo) de modo seguro.

Con el objetivo de aportar la mayor seguridad posible, DEHN dio otro paso más y patentó la tecnología CI que, básicamente, consiste en incorporar un fusible especial en el propio módulo de protección del descargador. Fue una solución revolucionaria pues aportaba un plus importante de seguridad y ofrecía, además, importantes ventajas en términos de coste e instalación. Este desarrollo supuso un gran avance en lo que a la seguridad se refiere. Sin embargo, aún quedaba campo de mejora.

Puede ver el reportaje completo en el número 43 de Cuadernos de Material Eléctrico. También se puede leer en el ordenador, o descargar en el smartphone o tablet, pulsando en este enlace.

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