Etherline Guard evalúa el rendimiento de un cable de datos y lo transforma en un porcentaje a modo de indicador. El sistema hace saltar una alarma si el rendimiento o las propiedades de transmisión del cable se deterioran y hay riesgo de fallo. De esta forma se evitan paradas imprevistas que afecten a la productividad.
Aunque los cables suelen presentar una vida útil muy extensa, en situaciones con movimiento, con altas velocidades o torsiones fuertes es conveniente monitorizar los sistemas de conexión para evitar paradas imprevistas que afecten a la productividad.
Precisamente, para evitar estos problemas y facilitar el mantenimiento predictivo, Lapp ha presentado Etherline Guard, un dispositivo de monitorización compacto que evalúa de forma continua el rendimiento de los cables de datos y lo transforma en un porcentaje a modo de indicador.
En este sentido, la solución de Lapp hace saltar una alarma si el rendimiento o las propiedades de transmisión del cable se deterioran o hay riesgo de fallo. El umbral de alarma está establecido de fábrica al 80 %, pero se puede ajustar individualmente entre el 99 % y el 21 %.
Este indicador se basa en datos de las propiedades físicas del cable y la transmisión de datos asociada. “La indicación del estado en tiempo real permite detectar el límite de desgaste de un cable y planificar de antemano el momento adecuado para sustituirlo o planificar el mantenimiento de su instalación”, explican desde Lapp.
La compañía recomienda el uso de Etherline Guard en cables de datos que cumplan el estándar de transmisión 100BASE-TX (hasta 100 Mbit/s) de acuerdo con la norma IEEE 802.3, pero también para aplicaciones EtherCAT, EtherNET/IP y Profinet de dos pares, como los cables Etherline Torsion Cat. 5 o Etherline PN Cat. 5 FD, muy utilizados en el ámbito industrial.
Además, esta solución puede utilizase para cuadros de distribución gracias a su grado de protección IP20.
Tamaño compacto
El dispositivo de monitorización presenta unas dimensiones de 49 milímetros de ancho, 76,5 milímetros de alto y 36 milímetros de profundidad. Funciona con 24 V DC y está diseñado para operar en un rango de temperatura de entre -40 y +75 grados centígrados. Asimismo, es resistente a los impactos y las vibraciones según la norma DIN EN 60529.
Entre la aplicación crítica o el cable que se debe supervisar y el lado del controlador va conectado un nodo de cables de datos. Para ello, el dispositivo tiene un puerto Guard/datos con conector RJ45 para el cable de datos que se va a vigilar, el cual va desde la aplicación crítica hasta el dispositivo, así como un puerto DATA para el cable de datos con conector RJ45, que va desde el dispositivo al controlador.
Los datos de mantenimiento se pueden transmitir a un controlador de nivel más alto conectando un tercer cable de datos al conector LAN (variante PM03T) o utilizando la conexión de antena para el wifi (variante PM02TWA). Ambas variantes se pueden configurar para comunicación en la nube con MQTT.
Configuración sencilla
Además de las luces led estándares, Etherline Guard lleva tres leds de diagnóstico multicolores en el centro de cada puerto RJ45: PWR para la disponibilidad operacional, Status para el estado del cable de datos a vigilar, y COM para Connect (versión LAN) o WiFi (versión wifi).
Los desarrolladores de LAPP han dotado a propósito el aparato con opciones simples de diagnóstico y ajuste. La puesta en servicio se realiza en pocos minutos mediante parametrización automatizada y con autoaprendizaje (teach-in).
“Se inicia simplemente pulsando un botón o por medio de la interfaz web. Otra ventaja es que la aplicación no necesita cables de datos nuevos ni hacer cambios en el diseño de los cables. Esto significa que se puede actualizar la estructura de red en cualquier momento”, explican desde Lapp.