Los detectores emplean la misma tecnología de infrarrojos "basada en cambios de temperatura", para detectar cambios de movimientos. De esta forma, logran mejorar el ahorro energético hasta un 40%.
Dinuy ha lanzado los nuevos detectores de presencia ampliando su gama de detectores de movimiento. A través de estos dispositivos, según informan desde la compañía, “se logran importantes mejoras de ahorro energético de hasta el 40%, algo clave en la actualidad debido al encarecimiento de la energía eléctrica.”
El diseño de los detectores de presencia, al igual que el de los detectores de movimiento, están disponibles en los colores de blanco, negro y plateado. Ambos, además, emplean la misma tecnología de infrarrojos “basada en cambios de temperatura”, con la detección de cambios de movimientos pequeños en el área de cobertura.
El parámetro de luminosidad en los detectores
La diferencia principal de ambos, es el parámetro de luz, el cual reside en la forma en que se mide. En los detectores de presencia, la luminosidad se mide de forma constante. También son capaces de desconectar la iluminación artificial si aumenta la cantidad de luz natural, aunque detecte la presencia de personas. Estos están creados para zonas de trabajo continuo, como oficinas o aulas.
Además los detectores de presencia disponen de diferentes ajustes como: el tiempo de encendido; el ajuste del valor del nivel de luz y la sensibilidad en ambientes inestables.
En cambio, los detectores de movimiento miden la luminosidad solo cuando detectan movimiento y se desactivan cuando finaliza el tiempo de temporización desde la última activación. Estos están destinados a zonas de paso sin luz natural, como pasillo o aseos.
Ventajas de los detectores de presencia y movimiento
Según informan desde Dinuy, las ventajas “son el ahorro energético, el confort y el bajo coste de inversión.” La iluminación automática de zonas de paso o estancias se vuelve crucial para hacer un “uso adecuado y necesario de la energía.” Asimismo, facilitan al usuario “la comodidad” de no estar pendiente del encendido y apagado.