Hace unos días, publique un vídeo en mis redes donde defendía ofrecer presupuestos que destacasen por la calidad del servicio y producto antes que competir por el precio, algo que generó bastante revuelo en los comentarios.
Creo que es una pelea eterna entre competir con el precio más barato, cosa que, como todos sabéis, suele salir mal, o destacar por ofrecer una solución que más se ajuste a lo que realmente busca en cliente.
El gran problema: la formación financiera del propio autónomo
Me he encontrado cientos de veces con autónomos que simplemente preguntan el precio del presupuesto más barato que han conseguido y responden con otro unos cientos de euros más barato. Esto es uno de los errores más graves que se pueden cometer, ya que la base de cualquier negocio es tener el control total de tus propias finanzas.
Para conducir, necesitamos un carnet. Para trabajar en restauración, necesitamos formación en manipulación de alimentos. Para volar un dron, una licencia. Pero para ser trabajador autónomo, no se exige una formación financiera básica, lo que lleva a miles de personas a estar trabajando sin saber datos tan importantes como cuál es su propio coste de hora o el margen de beneficio de cada producto.
Como consecuencia, el 90 % de los autónomos o pequeñas empresas cierran antes de tres años en España. Esto hace que lleguen compañías o nuevos autónomos con necesidad de hacerse hueco en el mercado, bajen los precios medios, pero que, en un par de años, se vean obligados a cerrar por la inviabilidad del proyecto.
Para mí, sería necesario que todos los nuevos autónomos pasen por una formación mínima en la que logren entender sus finanzas, en lugar de dejar todo en manos de un gestor que simplemente presenta los “trimestres”.
Destacar en valor y en calidad
En conclusión, ya seas electricista, fontanero o cualquier otro oficio, creo que es necesario que, cuando presentemos un presupuesto, destaquemos en valor y en calidad. Sí que es verdad que podremos perder trabajos por el camino, pero nos quedaremos con los que mejores resultados van a dar al cliente y no permiten tener un mayor beneficio.
Si todo el mundo eligiera el precio más barato, solo existirían mercadillos de ropa y, como puedes ver, hay mercado para todos los precios.