“En la sociedad digital para seguir en el mismo sitio no puedes dejar de acelerar. Hay que esforzarse cada día más para no ganar cada día menos”. Rescato aquí una frase clarividente del sociólogo y filósofo alemán Hartmut Rosa porque define muy bien lo que está ocurriendo en el plano empresarial. El sector de material eléctrico no es ajeno a esta transformación a todos los niveles que implica la digitalización.
El colectivo instalador y el segmento de la distribución profesional se hallan, en este sentido, experimentando cambios a gran velocidad. Parece que todo está ocurriendo muy deprisa. Josu Ugarte, presidente de la Zona Ibérica de Schneider Electric, habló sobre esta transformación en un reciente encuentro con empresas distribuidoras. Subrayó que nos estamos moviendo de un mundo físico a un entorno digital, y que es necesario intentar migrar la parte física a la virtual para ser más eficientes y no perder oportunidades.
En esta evolución, el comercio electrónico es solo una pata más de la estructura, conectada con el resto de áreas de la empresa. Y, como un mantra que se repite en todos los foros, la calidad de los datos y su gestión se revela común elemento crucial en esta transformación, tanto en procesos internos como de cara al cliente.
La transformación genera conflicto y es inevitable
Otro aspecto es que la transformación digital en todas sus vertientes hace que el número de operadores en el mercado aumente; esto es, la competencia se intensifica. Incluso más, en el sector de material eléctrico es posible que surjan nuevas empresas que ahora no conocemos y que ganen terreno en un futuro cercano porque su enfoque al mercado se adapte al nuevo escenario. Las empresas de distribución tienen que tener esto muy claro.
Ante estos retos, Ugarte puso énfasis en la creciente aceleración en los cambios. La transformación de las empresas implica sufrimiento, no es una tarea fácil ni lineal. Requiere de la intervención de todos los estamentos de la organización. Además, es inevitable que genere conflicto; muchas veces por resistencias internas. “La mala noticia es que es imprescindible para avanzar; o al menos para no quedarse atrás”, ironizó este directivo.
Como ejemplo, salvando las distancias, el mundo editorial y del periodismo se halla en una constante transformación desde hace varios años. El uso masivo de Internet y de los smartphones, y el auge las redes sociales, entre otros aspectos, han cambiado radicalmente la forma de trabajar de las empresas de este sector. Y ahora vienen nuevos cambios, como la inteligencia artificial aplicada (el ahora tan nombrado ChaptGPT) y otras tecnologías.
Dos niveles en el canal de distribución
En suma, los cambios que hemos experimentado son grandes, pero lo que está por venir va a profundizar aún más en estas transformaciones. Ello obligará también a las empresas de distribución a elegir los partners adecuados, con una cultura de empresa concreta, y dentro de un escenario donde los modelos de negocio también se están modificando.
Tras hablar con distintos directivos del sector, probablemente en la distribución profesional se verá a medio plazo un sector a dos velocidades. Podríamos avanzar hacia una estructura de mercado con dos estamentos.
El primero estaría formado por empresas que apuestan por aportar valor añadido en todos los procesos, con una cultura de precio consolidada. Empresas que complementan al proveedor en el desarrollo del mercado y acompañan al cliente en todo el ciclo de negocio, con un alto nivel de especialización. En una nueva relación donde se identifican mejor sus necesidades y se llega a soluciones personalizadas.
El segundo estamento de empresas tenderá a basar su propuesta en soluciones con menor valor añadido, donde el precio sea un elemento clave en la ecuación. Habrá trasvases de un nivel a otro, en función de la velocidad de los cambios.
Y no olvidemos que en este proceso de transformación, además, las operaciones y movimientos dentro del sector seguirán produciéndose. El mercado camina hacia una mayor concentración.
