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Vivienda inteligente y demografía

Por Miguel Ángel Jiménez

Uno de los desafíos más notables con que se encuentra cualquier sector industrial es acercar sus soluciones al usuario final; que los ciudadanos entiendan que pueden ver resueltas muchas de sus necesidades a través de la tecnología. Los sistemas relacionados con la vivienda inteligente (o smart home, en el anglicismo tan utilizado) constituyen un ejemplo ilustrativo. En este sentido, las soluciones que permiten controlar los equipamientos de un hogar y automatizar numerosas funciones tienen un futuro prometedor por variadas razones, pero una es imparable. La evolución demográfica.

Las sociedades, sobre todo en los países occidentales, vienen experimentando desde hace años un notorio proceso de envejecimiento de la población. La pirámide demográfica revela que las personas mayores de 65 años se convertirán, si no lo han hecho ya, en la franja mayoritaria de la sociedad. Un grupo de habitantes que pueden llevar una vida más cómoda y con mayor calidad gracias a la tecnología.

En este sentido, como casi siempre, una historia cotidiana y cercana basta para ilustrar esta tendencia. Alejandro Jiménez, responsable de Producto y Formación de Building Automation de Sonepar Ibérica, refirió una anécdota familiar en el transcurso de una mesa redonda celebrada el pasado 22 de octubre en el certamen Efintec 2021.

Los asistentes de voz, elemento que permite comenzar con un sistema domótico sencillo.
Los asistentes de voz son un ámbito que no para de crecer y supone la entrada de sistemas domóticos en muchos hogares (Imagen Rawpixel, Freepik).

La oportunidad de los asistentes de voz

Alejandro contó que un pariente muy próximo de edad avanzada, poco habituado al uso de nuevas tecnologías, se había accidentado y se encontró con problemas de movilidad durante un tiempo. Pues bien, la implantación de un asistente de voz, junto con un sencillo sistema de gestión, permitió a esta persona llevar una vida cotidiana sin dificultades y autónoma, controlando con un dispositivo de este tipo la iluminación, el clima y algunos electrodomésticos del hogar.

Es decir, lo que en principio esta persona percibía como algo complicado y lejano –la tecnología– se convirtió en un elemento facilitador de su día a día. En esta tendencia, los asistentes de voz se están erigiendo en una puerta de entrada en los hogares de los sistemas de automatización y control; y están contribuyendo a mitigar la pátina peyorativa que arrastra desde hace años el término domótica.

No hay que olvidar, además, que el uso masivo de los smartphones, junto con el desarrollo de apps por parte de fabricantes, están popularizando las aplicaciones para gestionar o controlar de modo remoto numerosas funciones del hogar: calefacción, iluminación, persianas, robots de limpieza, etc. Cabe decir también que estas soluciones tecnológicas son muy útiles para las personas con algún tipo de discapacidad, o con limitaciones físicas.

Muchas app permiten controlar muchas funciones del hogar por el móvil.
Muchas aplicaciones de control del hogar se pueden gestionar desde el móvil (foto DCStudio, Freepik).

El negocio de la vivienda inteligente

Ante esta tendencia y por variadas razones, el segmento de tecnologías del hogar conectado ofrece un enorme potencial de negocio para toda la cadena de valor: fabricantes, distribución profesional e instaladores. Así lo afirmaron los participantes en el debate citado más arriba. Según el portal Statista, el mercado de equipamientos y dispositivos domóticos alcanzará los 500 millones de euros en ventas en 2021; es decir, estará presente en el 11 % de las viviendas en España. Las previsiones reflejan, además, que en sólo cuatro años los números se podrían duplicar, llegando a los 3,8 millones de hogares conectados (un 20 % de los domicilios del país).

En este contexto, es muy importante que el instalador sea consciente de que el mantenimiento de estos sistemas es un negocio atractivo, con la posibilidad de ingresos recurrentes si actúa de manera proactiva. Estas soluciones domóticas pueden ser escalables y así crecer en complejidad y precio, a medida que le surjan nuevas necesidades al usuario en su peripecia vital.

Y, como sucede en otros ámbitos, el servicio postventa adquiere una gran importancia, ya que la vivienda, el edificio, es un ecosistema vivo; el cliente necesitará del asesoramiento y ayuda del profesional. No se trata de completar la instalación y marcharse. Ahí se perderían oportunidades. No lo olviden, la demografía sopla a favor del sector.

Por último, solo me queda agradecer también al resto de participantes en la mesa redonda celebrada en Efintec por sus interesantes aportaciones. María José Jiménez, directora de Prescripción en Legrand Group; Susana Rodríguez, Product Marketing Manager de Home Automation Systems en Hager; Pere Soria, responsable de desarrollo de negocio en Circutor; Eric Martí, presidente de la Comisión Eléctrica de la federación catalana FEGiCAT; y al mencionado Alejandro Jiménez.

Espero sus comentarios. ¡Buena semana!

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