En recientes encuentros en los que este periodista ha tenido la oportunidad de compartir opiniones con diversos representantes de fabricantes y del colectivo de distribuidores de material eléctrico, como en la tercera mesa redonda sobre este sector organizada por Cuadernos de Material Eléctrico, se percibe una cierta corriente subterránea de prudencia que atempera los buenos indicadores macroeconómicos, así como la positiva evolución del primer cuatrimestre de 2015, prolongando las cifras de 2014, que AFME ha desvelado en su asamblea general, el pasado 19 de mayo.
Esta moderación del optimismo se deriva del efecto atípico que podría tener la celebración de las elecciones el próximo domingo 24 de mayo sobre la demanda del mercado. Esto es, desde el último tramo de 2014 y a lo largo de este ejercicio se han puesto en marcha numerosas licitaciones de obras e infraestructuras impulsadas por distintas Administraciones Públicas al calor del calendario electoral. Ya se sabe que los políticos son pródigos y generosos cuando se acercan los comicios, y todo lo que era austeridad y apretarse el cinturón se transmuta en una cierta liberación y desbloqueo de presupuestos para acometer proyectos que puedan convertirse en votos y apoyos ciudadanos en las citas que jalonan el calendario.
El arranque y ejecución de estas obras actuarían de palanca para aumentar varios puntos porcentuales en la actividad del sector de material eléctrico, incremento que sería real, pero con un horizonte temporal corto y sin solución de continuidad. Renovación de equipamientos municipales (como la sustitución de alumbrado público convencional por tecnología Led y otras infraestructuras energéticas), rehabilitación de edificios públicos, mejora de otro tipo de instalaciones (como centros de salud, recintos deportivos, transporte ferroviario…) formarían parte de este empuje que beneficiaría a diversos ámbitos.
De esto se deduce que habrá que esperar a 2016 para comprobar si este crecimiento es flor de temporada, o se sostiene en el tiempo porque la estructura de la demanda es sólida y la bonanza macroeconómica se ha extendido al sector privado y al consumo interno.
Además, por otro lado, un desempleo elevado sigue siendo una rémora de gran calado, como afirmó Pascual Dedios-Pleite, presidente de la Comisión de Mercado de AFME, en la asamblea de esta Asociación, un factor que arroja sombras sobre esta recuperación económica, ya que si la capacidad de compra de ciudadanos y empresas no despega, el crecimiento será frágil y puede quebrarse por otros factores exógenos que no se pueden controlar, tales como conflictos internacionales, inestabilidad política, aumento del precio del crudo, etc.
Afrontemos pues el resto del año con optimismo y trabajemos duro porque acaso esta tendencia al alza sea en parte un espejismo provocado por la efervescencia electoral, o quizás no. Sea lo que sea, ejerciten su derecho al voto el próximo domingo.
En este sentido, les hago una recomendación cinematográfica relacionada con los entresijos de una campaña electoral: Idus de marzo, excelente película de 2012 dirigida y protagonizada por George Clooney, junto a Ryan Gosling.