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La “democracia energética” llega con las nuevas comunidades energéticas

Como comentaba en mi post de noviembre, sobre el cambio que suponen las comunidades energéticas, nos encaminamos hacia un modelo energético donde el consumidor formará parte activa del mercado eléctrico, proporcionado flexibilidad al sistema: ya sea dotando a su instalación solar de baterías donde almacenar la energía no consumida, o transfiriendo la energía almacenada en la batería de su vehículo eléctrico a la red (tecnología V2G).

Las poblaciones, en especial las grandes ciudades, son una parte clave en el problema del cambio climático a escala global. Esto significa que también juegan un papel importante en la reducción del consumo energético y las emisiones de CO2. Para alcanzar los objetivos de la Unión Europea, se están realizando acciones para promover un sistema cooperativo de mayor eficiencia energética y mejor uso de los recursos disponibles. Entre estas acciones, destaca la creación de comunidades energéticas locales.

Directiva europea sobre comunidades energéticas

El modelo energético comunitario va encaminado a transformar nuestro sistema energético para que sea más democrático, sostenible y estable.

La UE ha sentado recientemente las bases legales para esta reconstrucción. Ahora corresponde a los Estados miembros y a las autoridades locales garantizar que el concepto prospere, acelerando democráticamente la descarbonización. Y aunque esta figura no está reconocida actualmente en nuestra legislación, en el carácter más ciudadano se está trabajando en ello; y, además, el PNIEC (Plan Integrado de Energía y Clima 2021 -2030) prevé la figura de las Comunidades Locales de Energía.

Cabe recordar que la Unión Europea aprobó en los años 2018 y 2019 dos directivas que contienen dos definiciones: la de Comunidad de Energías Renovables y la de Comunidad Ciudadana de Energía.

  • Comunidades de Energía Renovables, en la Directiva de Renovables: es la figura traspuesta en el Real Decreto-ley 23/2020, de 23 de junio. Estas comunidades pueden tener un trato específico en las subastas de renovables o incluso no tener que presentarse a subastas sino poder adherirse a sus resultados.
  • Comunidades Ciudadanas de Energía, en la Directiva de Mercado Interior de Electricidad: aún no traspuesta en nuestro país, que sí pueden constituirse en distribuidoras.
Figura que muestra el impacto de las comunidades locales de energía.
Comunidades locales de energía (Fuente: Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, 2020).

En España hay ahora mismo existen 33 proyectos de comunidades energéticas en diferentes grados de desarrollo y tipo de propuesta. Sin embargo, guardan aspectos comunes, como que todos están pendientes de la trasposición definitiva de las directivas. Conocen el espíritu de las leyes europeas, y están muy pendientes de cómo se va a definir “la letra pequeña”.

Un modelo de transición energética hacia la descarbonización

Uno de los principales objetivos de las comunidades energéticas locales es proteger el medio ambiente haciendo un mayor uso de energía renovable. La Unión Europea estima que gran parte del aumento de producción de energía renovable será a nivel local.

En este sentido, se estima que las comunidades energéticas locales representarán el 17 % de toda la producción de energía eólica y el 21 % de la producción total de energía para 2030. También se espera que la mitad de los hogares europeos produzcan energía renovable para el año 2050.

Como consecuencia, las emisiones contaminantes se verán reducidas y, dado que su producción se lleva a cabo en áreas que ya están afectadas por la actividad humana, la necesidad de invadir los ecosistemas naturales también será menor.

Los beneficios de las comunidades energéticas locales también se producen a nivel económico y social. Cuando un mayor número de particulares y agentes trabajan en conjunto, su viabilidad económica aumenta. Diversos estudios prospectivos demuestran que las comunidades que participan en el establecimiento de proyectos de energía renovable tienen más probabilidades de tener una visión positiva de generación eólica y solar en su área local.

Instalación fotovoltaica en una comunidad energética local.
Instalación solar fotovoltaica.

Mejor gestión del sistema eléctrico

Las comunidades energéticas contribuyen a una mejor gestión del sistema eléctrico ya que pueden:

  • Reducir la tensión de su red en el momento en que el consumo sea máximo y la producción de electricidad alta. Esto permite que el uso de la red energética se desarrolle de manera eficiente y evita el uso de una mayor inversión.
  • Funcionar como una alternativa rentable a las inversiones tradicionales en redes de energía, lo que se traduce en repercusiones económicas positivas.
  • Facilitar la participación de los consumidores de energía desde una mejor comprensión del funcionamiento de sus sistemas energéticos. Al compartir la energía a nivel local, los participantes tienen la seguridad de que su electricidad proviene de fuentes renovables; además, la propiedad compartida les permite tener mayor influencia a la hora de tomar decisiones.
  • Evitar pérdidas de transmisión por proximidad, cuando se produce energía localmente.
  • Impulsar innovación y nuevos modelos de negocio: a partir del desarrollo de los nuevos sistemas de almacenamiento y transformación de la energía y la integración de la generación distribuida en la demanda.
  • Crear puestos de trabajo de alto valor añadido: como el de los instaladores en calidad de asesores de los consumidores, aumentando su rol de prescripción; esto comporta el desarrollo de nuevas habilidades digitales y operativas para la prestación de múltiples nuevos servicios vinculados que llegarán progresivamente.
  • Responden a una nueva demanda social: a través de blockchain, agregación, P2P, flexibilidad, digitalización, Internet de las Cosas (IoT), mercados locales de energía, P2C, big data. Todos estos términos encarnan cómo se van a relacionar las comunidades energéticas, hacia el exterior, tengan el formato que tengan, la forma jurídica que elijan y la fórmula de financiación que más les convenga.

Sin duda, las comunidades energéticas han venido para quedarse, influyendo en diferentes factores como el medioambiental, el económico y el humano. Invertir en estas comunidades es invertir en la salud del planeta y de las personas.

“Como me despido siempre. A todos los que todo esto os interesa, os espero en mis próximos artículos”. ¡Hasta pronto!                             

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