Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la inversión total mundial en energía superará por primera vez los 3 billones de dólares en 2024, liderada por el crecimiento de las energías renovables.
La energía solar es la estrella de la inversión energética mundial, liderando la transformación del sector eléctrico. En 2024, la inversión en solar fotovoltaica en todo el mundo alcanzará un récord de 500.000 millones de dólares, más que todas las demás fuentes de generación de electricidad juntas.
1. La energía “Reina”: la solar fotovoltaica
El año pasado, la inversión global en energías renovables y redes superó la inversión en todos los combustibles fósiles por primera vez.
Esta es una clara señal de que está surgiendo una nueva economía energética mundial, pero la inversión en energías limpias tiene que crecer mucho más rápido para poner al mundo en el camino hacia los objetivos energéticos y climáticos.
En el informe, la AIE destaca también que por cada dólar USA invertido en combustibles fósiles, este año se invertirán dos dólares en energías limpias. Esto supone un aumento con respecto al año pasado, cuando la proporción era de 1 dólar frente a 1.7 dólares, respectivamente. A nivel mundial, se espera que la inversión en energías limpias (el informe incluye en esta categoría a la energía nuclear, según se indica en la primera imagen de este artículo) alcance los 2 billones de dólares en 2024.
La caída de los precios de los módulos fotovoltaicos y la disminución de las presiones sobre la cadena de suministro han contrarrestado el impacto de los altos tipos de interés, ya que los costes de los paneles solares han disminuido un 30 % en los últimos dos años. Sin embargo, se espera que el crecimiento del gasto en energías renovables –y en particular en energía solar fotovoltaica– continúe a un ritmo más lento en 2024 que en años anteriores.
Tal y como afirma la AIE, “esto no refleja una ralentización de la capacidad de energía renovable añadida, ya que el descenso de los precios permite añadir más capacidad por dólar gastado. No obstante, los problemas de gestión de las redes de distribución, los retrasos en la concesión de permisos y la disponibilidad de terrenos siguen siendo factores limitantes”. Además, cada dólar invertido en energía eólica y solar fotovoltaica el año pasado produjo 2.5 veces más energía que un dólar gastado en estas mismas tecnologías hace una década, lo cual indica la mejora en la eficiencia de estas energías.
En palabras de Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, el aumento del gasto en energías limpias se sustenta en la solidez económica, en la continua reducción de costes y en consideraciones de seguridad energética. “Pero también hay un fuerte componente de política industrial, ya que las principales economías compiten por la ventaja en las nuevas cadenas de suministro de energía limpia. Hay que hacer más para garantizar que la inversión llegue a los lugares donde más se necesita, en particular a las economías en desarrollo, donde el acceso a una energía asequible, sostenible y segura es hoy muy deficiente”, argumenta.
2. El abrumador dominio de China
Por regiones, China fue el país que más invirtió en energía solar fotovoltaica el año pasado, con 220.000 millones de dólares, lo que representa casi la mitad de la inversión total mundial en energía solar el año pasado. La capacidad añadida en el país se multiplicó por 2.5 en comparación con 2022, ayudada por la caída de los precios de los módulos –que están tocando fondo, según detallé en otro artículo– y los efectos de la recuperación de la pandemia.
Impulsado por las inversiones públicas y las mejoras de la red de distribución, las fuertes inversiones en India, el Sudeste Asiático, Brasil y África han impulsado la inversión en energías renovables en los mercados emergentes y las economías en desarrollo fuera de China.
Solo la India añadió casi 70 GW de capacidad renovable entre abril de 2023 y marzo de 2024, la mitad de ellos de energía solar fotovoltaica. Esta cifra triplica con creces la capacidad instalada durante el período anterior. Asimismo, se espera que las inversiones en África casi se dupliquen en 2024 con respecto a 2020, con más de 40.000 millones de dólares.
El mercado de autoconsumo (residencial, como se denomina en el informe) ha experimentado un repunte de la inversión, que se ha duplicado desde 2015, pasando del 9 % al 18 % en 2023. Las inversiones de los hogares en energía se han visto impulsadas por el crecimiento de las instalaciones fotovoltaicas en tejados, la eficiencia energética de los edificios y el auge de los vehículos eléctricos.
3. Una prioridad: invertir en redes
Los cuellos de botella en las redes de distribución y la necesidad de invertir en ella han sido un tema constante últimamente –especialmente en Estados Unidos y Europa– y las inversiones van en aumento (según el informe).
En 2024, se espera que el gasto en redes alcance los 400.000 millones de dólares, tras un período de estancamiento de 300.000 millones anuales desde 2015. Este aumento se debe a nuevas políticas en Europa, Estados Unidos, China y partes de América Latina. Las inversiones en América Latina casi se han duplicado desde 2021, encabezadas por Colombia, Chile y Brasil, donde el gasto se duplicó solo en 2023.
Sin embargo, la inversión en redes en otras regiones sigue siendo baja, ya que las economías avanzadas y China representan el 80 % del gasto mundial en redes. Si se quiere seguir el camino hacia un mix energético mayoritariamente renovable, es necesario invertir masivamente en las redes de distribución.