Madrid es una de las comunidades donde es más económico y su tramitación más sencilla, frente a Cantabria o La Rioja, donde es más costoso.
El certificado
energético de viviendas y edificios, documento obligatorio en toda España en
cualquier venta o alquiler de viviendas, ofrece notables diferencias de precios
entre comunidades autónomas tras 1 año desde su puesta en marcha, según los
datos de Certicalia. Esta plataforma
certificadora a nivel nacional señala que los técnicos habilitados han ido
adaptando sus precios para ser competitivos en su respectiva zona geográfica,
lo que ha dado como resultado sustanciales diferencias
de precio entre regiones para un mismo servicio.
De este modo, en el comparador de Certicalia.com se pueden
observar las diferencias de precio entre
certificadores en las comunidades autónomas: en Madrid, para una vivienda
de 75 metros cuadrados (la más habitual), se ofertan precios de 50 euros; mucho
más baratos que la misma búsqueda en Cantabria, donde los técnicos cobran 85 euros por
gestionar el mismo servicio.
Además, esta diferencia se acentúa más cuando se comparan
comunidades donde el registro autonómico incluye tasas administrativas, que se suman al precio de los técnicos
certificadores. Desde los registros gratuitos en Madrid, Andalucía o Canarias
hasta los casi 40 euros que cuesta registrar en La Rioja, pasando por 10 en
Cataluña y 23 euros en la Región de Murcia. Así, la mayor diferencia de precio por
certificado energético se da entre Madrid (50 euros) y la Rioja (128 euros).
A esto se añade que los registros en España no sólo se
diferencian por el coste de sus tasas, sino también por el proceso y la documentación a entregar a la hora de registrar un
certificado energético. En Madrid, por ejemplo, el registro del certificado es
telemático y consiste en completar un sencillo formulario. En cambio, en
comunidades como Cantabria o Asturias el registro es exclusivamente presencial
y supone además del desplazamiento, la presentación de documentación en papel y
en soporte digital sobre el certificado y el proyecto del edificio; esto es
algo que los técnicos también tiene en cuenta a la hora de decidir los precios
de su trabajo.