Esta norma afectará a compañías eléctricas (generadores, transportistas y distribuidores), instaladores y mantenedores, fabricantes de material eléctrico y a grandes consumidores industriales.
El Consejo de
Ministros del pasado 9 de mayo aprobó el Reglamento para actualizar las
condiciones técnicas y garantías de seguridad específicas para las instalaciones de alta tensión y los
equipos que forman parte de ellas. El objetivo es proteger personas y bienes,
conseguir la calidad en el suministro y
la eficiencia energética, y garantizar la normalización técnica de los
equipos compatible con la necesaria flexibilidad y adaptación al progreso.
Esta norma sustituye a un real decreto de 1982 cuya revisión
ha sido necesaria debido al progreso tecnológico e innovación industrial que ha
habido desde su vigencia, así como por el crecimiento
de la potencia instalada y los mayores requisitos de fiabilidad, calidad de
suministro, eficiencia energética y protección medioambiental.
Según el Gobierno, este reglamento contribuirá a la mejora
de la calidad de los equipos y materiales utilizados en las instalaciones de
alta tensión, así como de la propia instalación, “lo cual supone menor
probabilidad de fallo y una mejora de la continuidad del servicio eléctrico”.
Además, estos avances supondrán ahorros de energía que se traducirán en menores
costes para el sistema.
El nuevo Reglamento será de aplicación en las instalaciones
de alta tensión: aquellas cuya tensión es mayor que 1.000 voltios (1 kV), así
como a los elementos y equipos que las componen. Por tanto, afectará a compañías eléctricas (generadores,
transportistas y distribuidores), instaladores
y mantenedores, fabricantes de material eléctrico y grandes consumidores
industriales; pero no lo hará a consumidores domésticos y pymes, cuyas
tensiones de suministro típicas son de 220 y 380 V.
Este Reglamento se aplicará a instalaciones nuevas y a las
instalaciones existentes que sean objeto de modificación; en este caso,
únicamente se aplicará a la parte modificada. Sin embargo, no se aplicará a las
líneas eléctricas de alta tensión, ya que éstas tienen su reglamento
específico.