En el último número de su publicación “Papeles”, FAES plantea una reforma de la fiscalidad energética y medioambiental en España, para que no se convierta sólo en un mecanismo recaudatorio.
La Fundación FAES,
que lidera el expresidente José María
Aznar, plantea en el último número de su publicación “Papeles FAES” (‘Fiscalidad energética en España:
situación actual y propuestas de reforma’), la necesidad de una reforma
profunda en la fiscalidad energética y medioambiental, dada “la variedad de
figuras impositivas de las diversas administraciones y la falta de coordinación
de las comunidades autónomas”, que sólo tienen un afán netamente recaudatorio.
La propuesta de FAES va dirigida a que determinados costes
no relacionados con el suministro, pero que se incluyen en las tarifas eléctricas, “fueran
directamente a los Presupuestos Generales del Estado”, como es el caso de las
subvenciones al carbón, la compensación de los sistemas eléctricos insulares y
extrapeninsulares, el apoyo a las energías renovables y cogeneración o las
anualidades para la recuperación del déficit
eléctrico.
El documento de FAES recalca también que “el sector
energético en España está sujeto a diversas figuras fiscales y parafiscales,
con peso creciente en los últimos años”, en buena parte “por las necesidades de
aumentar la recaudación, tanto de la Administración del Estado como de las
comunidades autónomas”. Algunos de los impuestos o tasas vigentes no tienen
carácter finalista, sino recaudatorio, que se deriva de la necesidad de sumar
ingresos para resolver el problema del déficit.
Entre las directrices generales indicadas por FAES destacan que
“la carga fiscal se reduzca en general, y, en concreto, en lo que se refiere a
la energía, por su impacto en la competitividad”; que “la fiscalidad energética
no afecte a la unidad de mercado ni a los costes administrativos o regulatorios
de las empresas”; y que se eliminen las distorsiones acumuladas y se evite así
que la fiscalidad se convierta en un simple mecanismo recaudatorio
