Según una encuesta interactiva realizada entre los asistentes a este evento respecto a las perspectivas económicas para los próximos meses.
El Congreso AECOC 2013, que se ha celebrado entre los días 23 y 24 de octubre, dedicó gran
parte de su primera jornada a analizar el contexto y las perspectivas
económicas del tejido empresarial español, en general, y el de gran consumo, en
particular. De este modo, se pudo conocer la visión del economista José María Gay de Liébana, y también los
más de 1.000 directivos asistentes manifestaron sus expectativas económicas
para los próximos meses.
Así, consultados en sala mediante un sistema de votación
interactiva, un 63% de los directivos presentes han estimado que sus
empresas cerrarán el año en positivo, con crecimientos de hasta el 2% (27%) o
incluso por encima (36%). La mayoría de los asistentes al Congreso del Gran Consumo (54%) también consideraron que el PIB
crecerá el próximo año.
Por su parte, Gay de Liébana destacó que nos encontramos
ante una crisis sistémica en la que se han sumado las crisis económica,
contable y pública, y de la que será difícil salir sin hacer profundos cambios
en el modelo de crecimiento. Por
ello, insistió en la necesidad de que la clase empresarial aúne esfuerzos y
utilice su fortaleza para exigir a la clase política medidas que corrijan “un
rumbo que está muy torcido”. En su opinión, es difícil hablar de recuperación
con un paro enquistado, que ya es estructural, un consumo privado muy
debilitado y sin generar empleo.
Gay de Liébana apuntó, entre otras medidas, la urgencia de
evitar nuevas subidas de impuestos, hacer esfuerzos fiscales que ayuden no sólo
a los emprendedores sino a las empresas que están soportando las actuales
dificultades, reformar el sistema de seguridad social o adoptar las medidas
necesarias para apostar por un modelo
industrial a largo plazo.
El economista, que también aseguró que “si no estuviéramos
en el euro esto sería la debacle”, señaló algunos indicadores positivos en los
que vale la pena apoyarse para recuperar la senda de crecimiento. Entre ellos,
la tranquilidad de los mercados financieros, el saneamiento del sector
financiero, el segmento exterior, el turismo o el atractivo de los activos
españoles “baratos” para inversores extranjeros. De igual modo, indicó que el
déficit, la deuda pública, las restricciones del crédito, el exceso de
regulación, la falta de estímulos al empresario o el mencionado paro
estructural son las principales debilidades.
