Esta certificación ayuda a gestionar y reducir el consumo de energía en las empresas y organizaciones, con los efectos positivos que supone en cuanto a reducción de costes financieros asociados.
La Catedral de
Mallorca ha obtenido el certificado del Sistema de Gestión de la Energía de acuerdo con los requisitos de
la norma internacional ISO 50001, que concede AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación). Entre
sus ventajas, esta certificación ayuda a gestionar y reducir el consumo de energía en las empresas y organizaciones, con
los efectos positivos que supone en cuanto a reducción de costes financieros
asociados y de emisiones de Gases de
Efecto Invernadero.
En el año 2010, la Seu obtuvo el certificado del Sistema de
Gestión de la Energía de acuerdo a la norma europea UNE-EN 16001 y, ahora, ha
adaptado dicho sistema a la ISO 50001,
tras culminar con éxito una nueva auditoría de certificación de AENOR. Dicha
adaptación se ha traducido en una mejora de su desempeño energético y eficiencia energética.
La entrega del reconocimiento tuvo lugar en un acto
celebrado el pasado 2 de octubre en la Catedral, en el que participaron Javier
Salinas, Obispo de Mallorca, José Ramón Bauzá, presidente del Gobierno de
Baleares, y Mario Calderón, adjunto al director general de AENOR.
Entre las medidas abordadas por la Catedral, destacan la sustitución de las instalaciones eléctricas
por otras más modernas y eficientes, con el esfuerzo que conlleva en un
edificio tan singular, con más de 700 años de historia. Esta renovación de la
infraestructura eléctrica se ha realizado sobre los tendidos, luminarias y cuadros, lo que se ha traducido en una mayor
eficiencia energética. Actualmente, la Catedral trabaja en la instalación de medidores de consumo energético por
equipos y por secciones (museo, sacristía, archivo, etc.), lo que le permitirá
tener un control más estricto en las mediciones de consumo energético.
Además, la Catedral, ha sustituido la mayoría de lámparas
halógenas, incandescentes y fluorescentes por luminarias de bajo consumo,
incluyendo las de las oficinas, y se han practicado otras medidas para evitar
las pérdidas de energía en el aire acondicionado y calefacción.
