La asociación del metal madrileña ha celebrado su última junta directiva del año, en la que ha reconocido que 2022 termina “mejor de lo esperado”. Además, de cara a 2023, prevé que los principales problemas a los que tendrán que hacer frente las empresas del sector será la falta de mano de obra cualificada, la morosidad y la inflación, entre otros.
La Asociación de Empresas del Metal de Madrid (AECIM), en la que se integran empresas instaladoras y distribuidores del sector del material eléctrico, ha celebrado su última junta directiva del año, en la que ha hecho un balance de 2022 y ha presentado algunas de sus previsiones para el ejercicio que está a punto de comenzar.
En líneas generales, los miembros de la junta directiva de AECIM han reconocido que 2022 termina “algo mejor de lo esperado” y lo atribuyen a “las ayudas europeas, los Planes Renove o la implementación de la nueva tarifa regulada de gas para pymes, la TUR4″, aseguran fuentes de la asociación en una nota.
Al mismo tiempo, reconocen que existen “variaciones por sectores” y que factores como la inflación, la guerra de Ucrania o la política ‘COVID cero’ del Gobierno Chino han “impactado fuertemente” en las empresas del sector.
2023, un año de incertidumbre
Mirando al futuro más próximo, la asociación del metal madrileña apunta que 2023 se presenta como “un año de clara incertidumbre”, aunque, matiza, “los empresarios prefieren ver el horizonte con algo de optimismo y confían en que se concreten nuevos proyectos el próximo año”.
Sin embargo, la mayoría de sectores y empresas representadas en la junta directiva de AECIM coinciden en señalar a los principales problemas a los que se han enfrentado a lo largo de 2022 y que prevén pueden continuar en el próximo ejercicio. Entre ellos, destacan:
- La falta de mano de obra cualificada procedente de la FP. En este sentido, y según un estudio de Confemetal del que AECIM se hace eco, el sector del metal necesita alrededor de 150.000 empleados para cubrir las necesidades actuales.
- En segundo lugar, preocupa el aumento de la morosidad. En este apartado, y según un estudio publicado por Crédito y Caución e Iberiform, el 60 % de las empresas españolas sufre impagos y un 48 % afronta pérdidas de ingresos significativos debido a la morosidad, lo que supone tres puntos más que hace un año.
- Por otro lado, la elevada tasa de inflación, que se sitúa en el 6,8 % según el último dato, “encarece la producción y ralentiza el consumo”, señalan desde AECIM.
- Finalmente, el aumento de los costes de la energía, el transporte y las materias primas ha impactado en las empresas a lo largo de todo 2022 y, aunque en líneas generales estos indicadores tienden a la baja, habrá que esperar para conocer cuál es su evolución en 2023.