El cambio de postura del Gobierno español sobre el conflicto del Sáhara, que ha llevado al Ejecutivo a alinearse con el plan de autonomía que propone Marruecos para esta región, ha provocado que Argelia suspenda el Tratado de Amistad con nuestro país. En la práctica, esta medida supone una ruptura comercial entre ambos estados.
Argelia es un “mercado prioritario para España”, en palabras del Ministerio de Industria. De hecho, en 2020, las exportaciones españolas a Argelia alcanzaron los 1.916 millones de euros (frente a los 2.906 millones del año anterior), lo que supuso una caída del -34,1% frente a 2019 debido a la pandemia. Además, según los últimos datos de la Agencia Tributaria (A.E.A.T.), entre enero y agosto de 2021, las exportaciones de España a Argelia ascendieron a 1.242 millones de euros.
Impacto en las exportaciones de material eléctrico
Tras el anuncio de la suspensión del Tratado de Amistad, los bancos argelinos recibieron este miércoles una instrucción para congelar todas las domiciliaciones bancarias de operaciones comerciales desde y hacia España, informa amec, cuya división amec amelec engloba a fabricantes españoles de equipamiento eléctrico de baja, media y alta tensión.
Esto significa que “los bancos argelinos no podrán domiciliar facturas para importar productos desde España; como todas las importaciones requieren de esta domiciliación, en la práctica, se deja de importar cualquier producto desde España”, explican desde la Asociación de Empresas Industriales Internacionalizadas.
Según datos del ICEX, el sector de aparatos y materiales eléctricos es el séptimo con mayor volumen de exportaciones a Argelia. En 2020, las exportaciones de esta industria al país argelino alcanzaron los 97 millones de euros, tras una caída del 34 % respecto a 2019, cuando exportó pedidos por valor de 146 millones de euros. Un año antes, en 2018, las exportaciones del sector de aparatos y materiales eléctricos fueron de 128 millones de euros.
Así pues, el impacto de esta crisis institucional podría ser considerable en las empresas del sector con negocios con el país argelino, que en los últimos años se ha convertido en un prescriptor relevante para el sector eléctrico, dado que se trata de un país que está desarrollando importantes proyectos en el ámbito energético y que conoce y valora la calidad que ofrecen las empresas españolas.